Argentina 2, México 1

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___La eliminación de México en el Mundial de Alemania 06, luego de ser derrotado por

Argentina por marcador de 2-1, exhibió una de las principales carencias del futbol nacional, la falta de jugadores ofensivos de primer nivel. Señalan los comentaristas que México propuso y dispuso en el partido, que "jugó mejor" que Argentina y que demostró mejor desempeño futbolístico (cualquier cosa que signifique esto último), sin embargo, los delanteros mexicanos no supieron o no pudieron capitalizar esa relativa ventaja. Ni Jared Borgetti ni Francisco Fonseca fueron capaces de clavar la pelota en la portería enemiga; el gol de un defensa extraordinario como Rafael Márquez evitó que la Selección se fuera en blanco.

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___Se veía venir luego de la mediocre actuación de Omar Bravo y de Guillermo Franco en los compromisos ante Portugal y Angola. Uno se pregunta hasta qué punto los factores sicológicos o las taras nacionales influyen en este curioso factor. Nuestros delanteros carecen de la técnica y la creatividad a la hora decisiva; se obnubilan, se conmocionan ante el estirón final, frente a la prueba de fuego o de cara al penal purificador; hay una catarsis en el momento en que se abren las puertas de la Gloria que únicamente los héroes pueden sobrellevar; el triunfo es una reconciliación con el pasado y un encuentro con el futuro, una responsabilidad que suele doblegar a los simples mortales, un lastre que hunde a las embarcaciones menores.

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___Si ustedes preguntan qué fue lo que falló en el equipo mexicano, yo respondería que falló algo que ahora atormenta a todo el país en todo nivel: la seguridad. Ese es el punto, no hay seguridad. Somos educados y culturizados para ser inseguros, vivimos en un país inseguro y esa inseguridad se transmite a todo el sistema nervioso de la sociedad. Hoy, en plena campaña, los candidatos de los partidos se encargan de subrayar que quien gobierna es la inseguridad, que vivimos con miedo y que ellos resolverán el problema. Pero eso es falso. Los candidatos no lo resolverán porque la inseguridad no es el resultado de meras omisiones, sino un problema sistémico, un problema engendrado por nuestra pseudo historia y por los miedos heredados por las etnias que padecieron y finalmente aceptaron la conquista. No tenemos autosuficiencia, dependemos de otros, dependemos del azar, de sacarnos la Lotería, el Melate o de un golpe de suerte en Las Vegas.

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___Es una anomalía nacional, a nadie hay que culpar salvo al hombre del espejo. A tí, al que depende del milagro, no porque no sea posible acceder a la Gloria, sino porque la descartamos de antemano y la depositamos en los anuncios de las cervecerías, las agencias aéreas o las compañías panificadoras ("Soñé que ganábamos el Mundial..."). Confiamos en alcanzar "la gloria" como mera parodia, no como una realidad factible. Es falta de seguridad, eso es todo. (Luego llega Sodi con su vocesita de tenor afligido a prometernos que se enfrentará a "los malos", ofreciéndose a acabar con la inseguridad en el DF, por favor).

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___El Mundial continuará con su marabunta de goles, negocios y estadísticas. México seguirá con su remedo de democracia, con sus encuestas y sus cierres de campaña. El IFE es ahora nuestra esperanza, la de las elecciones limpias, la de la seguridad electoral, pues. Mañana le seguimos.

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