sábado, junio 10, 2006

________CUÉNTAME UN CUENTO_______
_____(O, ¿Dónde quedó la almohada?)____
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___Cuando Vladimir Propp y sus amigos se propusieron realizar una investigación científica sobre la morfología del cuento, es decir, el estudio de sus formas (las del cuento, no las de los investigadores), se toparon con varios obstáculos. El primero de ellos fue la escasa producción teórica sobre la materia. Luego, desde una fecha tan temprana como 1925, coincidieron en que el término cuento incluía una serie de modalidades que había que poner por separado para proceder a su estudio. Más allá de las objeciones que pudiera tener el procedimiento meticuloso y exhaustivo que realizó el equipo del investigador ruso, es prudente aceptar que sus conclusiones atienden a lo que él denominó cuento fantástico, según su propia definición, los cuentos “en el sentido propio del vocablo”, una opinión que puede ser aceptada o no en la actualidad, pero que goza de justificación. (Morfología del cuento, V. Propp, Edit. Colofón, 7ª ed., 1999).
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___Antes de Propp, J. Bolte y G. Polivka habían elaborado una investigación publicada en alemán en tres tomos bajo el título de Observaciones sobre los cuentos de los hermanos Grimm. Sorprende que dicho estudio abarque antologías de otros autores cuya suma rebasa los 1200 cuentos. Considerando el crecimiento exponencial que ha registrado la narrativa en forma y contenido de fines del siglo XIX a la fecha, especialmente en lo tocante al género cuento, podemos advertir el grado de complejidad y dificultad que acusa emitir juicios fundamentados sobre una “teoría del cuento”.
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___Un dato descorazonador para el investigador lo representa el hecho de que la mayoría de los cuentos que se han creado a la fecha ¡no se han publicado! Esta revelación espeluznante, que no se aparta de la verdad si se piensa detenidamente, representa otro de los obstáculos. Este elemento encierra una serie de implicaciones para los investigadores que, deben reconocer de antemano, disponen apenas de una parte del material de estudio. Existen ejemplos clásicos de obras que redefinen los estudios literarios y que se mantuvieron por años bajo el polvo de los anaqueles antes de ser conocidas (o reconocidas) por la crítica prevaleciente; un caso a la mano: Los de abajo de Mariano Azuela.
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___Estudiar el cuento desde su estructura, composición, proceso de cambio u origen exige diversas perspectivas de análisis. Propp se plantea qué es el cuento, antes de indagar su origen desde el punto de vista ontológico (de dónde vienen los cuentos). Sin embargo, cualquiera que sea nuestro punto de partida, la tarea empieza con la clasificación, donde se presentan los primeros problemas. Si consideramos diversas categorías como pueden ser: fábulas, cuentos mitológicos, cuentos de origen, cómicos o jocosos, etcétera, como hace W. Wund, o bien desde el punto de vista de los asuntos, como propuso Volkov en 1924: 1.- los inocentes perseguidos, 2.- el héroe ingenuo, 3.- los tres hermanos, 4.- la conquista de la novia, etcétera. El hecho transparente de que un cuento pueda combinar varios de los elementos antes mencionados (un cuento de origen que sea al mismo tiempo jocoso, o, el del inocente perseguido que también desea conquistar a la novia, etcétera).
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___Esto nos recuerda la discusión de un grupo de sexólogos que no terminaba de ponerse de acuerdo en la enumeración y clasificación de las tendencias sexuales de los humanos ya que la combinación posible de las categorías heterosexual, homosexual, lésbico, zoofílico, pedófilo, sodomita, etcétera, se multiplicaba conforme daban rienda suelta a su imaginación. El grupo se moría de la risa cuando apareció la variedad del zoofílico que engañó a su cabra con la perra de la vecina, una dálmata (la perra, no la vecina) que a su vez sostenía relaciones con un labrador (raza canina, no oficio) polígamo que había sido abusado en su cachorrez.
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___Continuará.

2 comentarios:

Josué Barrera dijo...

Otro dato interesante es saber que gran parte de la literatura aparece en revistas o periódicos y no tan sólo en libros.
Buen artículo, Nacho. Espero la otra entrega.

Saludos.

Elena Méndez dijo...

gracias otra vez, nacho.