viernes, julio 11, 2003

LA TECNICA VOCAL NO ES "UNA SERIE DE MAÑAS"

Ayer, en Rochester 28, programa dedicado a la ópera en Radio Universidad (de Sonora), escuché comentar a Octavio Moreno, conductor de ese espacio, una curiosa definición: "La técnica vocal es una serie de mañas". El invitado al programa, el tenor José Plazola (Operamaníaco), avaló esta definición.

Como he dicho, ambos cantantes son amigos míos, y me siento obligado a decir que semejante definición de técnica vocal no solo es equivocada, sino que también difunde una percepción errónea entre los escuchas. Es cierto que los cantantes se hacen de mañas para conseguir un sonido amable y consistente en todo su rango vocal, especialmente en los registros agudos (y sobreagudos para tenores y sopranos), sin embargo, no son estas mañas las que hacen la técnica.

A partir de que los italianos iniciaron el estudio sistemático de las características de la voz cantada, es decir, desde el Renacimiento y aún antes, el canto se ha ido perfeccionando gracias a la comprensión de la naturaleza del aparato vocal (fonético). La anatomía, la acústica y otras materias relacionadas han ayudado a desentrañar los "misterios" de la voz.

Existen ciertos principios físicos que dan origen a los llamados registros vocales (todos los tenemos de forma natural) y no es otra cosa que las propiedades de las cuerdas vocales a la hora de cantar (o hablar). La emisión de la columna de aire, a partir del diafragma y su adecuada proyección sobre nuestro sistema óseo superior (costillas y cabeza especialmente), posibilita y optimiza la expansión y calidad del sonido. Así, por ejemplo, los sonidos graves que producimos vibran de forma particular en el pecho, mientras que los sonidos agudos se apoyan en la cabeza. La correcta aplicación de este principio permite a un cantante "llenar" un auditorio con su voz sin necesidad de micrófono y con un desgaste prácticamente nulo de sus cuerdas vocales. Generalmente, la ausencia de técnica que percibimos en los cantantes de música popular (ranchero, rock, etc.) conlleva el desgaste acelerado de las cuerdas vocales y la gestación de pólipos y callosidades que muchas veces requieren de intervención quirúrgica.

Los chicos de La Academia, por ejemplo, van que vuelan camino al quirófano (a Víctor ya lo operaron). Los problemas de ronquera han arruinado las voces de cantantes famosos como Juan Gabriel, Lucha Villa, José José, Emanuel, Saúl Hernández, entre muchos otros). El "maestro" Willy de La Academia es un fraude que da risa. Por el daño vocal que causa a sus alumnos, yo lo acusaría por lo menos de corrupción de menores.

El dominio de la respiración, la proyección del sonido, el sonido "redondo" y el vibrato, así como la comprensión cabal de los cambios de registro, son cuestiones fundamentales que aprende el cantante en respeto a su propia naturaleza vocal. Los principios físicos que subyacen al correcto ejercicio vocal son materia de estudio del cantante y su dominio le permitirá el crecimiento y embellecimiento de su voz.

Afirmar que "la técnica es una serie de mañas" da una idea superflua del asunto y desmerece el alcance científico y el esfuerzo que exige el dominio del llamado bel canto.

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