domingo, julio 11, 2004

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MINIFICCIONES (SERVICIO A DOMICILIO, SI NO TE LA ENTREGAMOS EN 30 MINUTOS, LA MINIFICCIÓN ES GRATIS)

Aquel gruñido era un eco espantoso, grueso, grave, ronco y tan profundo que no podía provenir sino de la entraña tumefacta de El Maligno.
-Es sólo un eructo de la bestia- dijo mi compañera mientras nos ocultábamos en aquel recoveco. ¡Sólo un eructo!, pensé mientras sentía crujir las paredes del pozo y un hilillo de orina corría por mi pierna.


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