viernes, mayo 27, 2005

LIVERPOOL-MILÁN: EL INFIERNO DE LOS PENALES
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___Si no he escrito nada acerca del partido Liverpool-Milán es porque aún no me recupero del resultado. Si en el medio tiempo celebraba yo anticipadamente la victoria de los rojinegros, en la parte dos de esa película, que pasó del género de drama al de terror, pude ser testigo de una de esas injusticias históricas que suele dar el futbol cada diez o veinte años.
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___Si digo que el Milán (el Mílan, dirían los comentaristas pluriculturales de ESPN) merecía la victoria, caería en un lugar más común que el sanitario, así que no lo diré. Es tan triste como inevitable que la definición de un partido de trascendencia como la final de la Champions se lleve al cadalso del tiro penal, donde los factores extrafutbolísticos adquieren un peso insospechado.
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___Las estrellas suelen padecer lo que algunos llaman el Síndrome de París, un titubeo impredecible al momento de ejecutar la llamada pena máxima (para mí la pena máxima es la tarjeta roja, potencialmente más dañina que un penal). Este titubeo lo atribuyo a la falta de una preparación teórica en el jugador profesional en esa ejecución, especialmente porque el momento definitorio lleva a una duda de último momento cuya significación aparentemente simple, tiene hondas implicaciones psicológicas y aún filosóficas. No exagero aunque aceptaría que no estés de acuerdo con esto. ¿Por qué Schevchenko, Platini o Sócrates fallan un penaty?
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___Más comentarios sobre el juego después, luego que mi sanidad mental regrese de la derrota.
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1 comentario:

. dijo...

Cosa de locos ese partido!
Increíble!

Sergio