GRACIAS AL CUBO

Como solía decir el tenor continental Pedro Vargas: “Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido”, solemos decir nosotros de los elogios, reconocimientos, críticas y mentadas que este blog recibe por diversos medios de cuando en cuando.

Así que, en atención al favor que nos hace al mencionar esta lentejuela virtual entre sus favoritos del 2005, nuestro racimo de gracias va hoy para el maestro Éktor Henrique Martínez, autor del acuoso blog de http://elcharkito.blogspot.com/ y a quien, sin echar mano de nuestra enfermiza tendencia a defender la amistad y el diálogo por encima de las teorías filosóficas de Emmanuel Kant y de Mario Moreno, estimamos sinceramente.

El Éktor Henrique es el autor de algunos epígrafes y frases chacalosas que aquí hemos plagiado a mansalva, así como también del curioso cuasi anagrama que amablemente ha acuñado para nosotros (Chona Vergaca) y cuya sonoridad nos hace reir siempre, amén de que reafirma de alguna manera nuestra debilitada condición genérica (¿Qué dijimos?).

No le falta razón a nuestro amigo EHM cuando señala que soportamos cansinamente, en vez de rebelarnos y vituperar verbalmente contra ellos, a quienes se manejan con doble antifaz en la red bloguera. Ocurre que hemos asumido con estoicismo el principio de la tolerancia, hasta el punto en que no fuera a salpicarnos. Basamos esta actitud en un principio que permanece vigente desde que Parménides era Parménides y desde que se les puso papelito a los dulces. Ese principio es este: “No pasa nada”. Así es, no pasa nada aunque todos intentemos dar importancia a las cosas en un afán de trascendencia y no sentirnos deshidratadas baba de perico. Tenemos ya muchas para andar buscando broncas extras. En todo caso, dejaremos que el filo de nuestra lengua despunte de aguda cuando alguien nos insulte o piense que puede agredirnos impunemente.

Tenquiu veri mach, maese Charcoal, le enviamos un abrazo prenavideño.

TOMADO DE EL CHARKITO

JAMPRY BLOGART

DE LOS MEJORES BLOG DEL 2005

Un blog deliberadamente literario en el que su autor, el Chona Vergaca o el Nacho Mondaca, parece mover el discurso entre la felicidad y la resignación. El tiempo no lo trata mejor ni peor, pues se ha convertido en el personaje omnisciente de su vitrina bloguera, antes renuncia a su mujer que renunciar al personaje de Jampri Blogart. No hay retorno posible, se moriría el bato de tiricia. Para Mondaca la inutilidad del escritor es tan sólo un mito, puesto que como escritor ha logrado mantenerse en pleno contacto con la realidad y dentro del quehacer escritural es como un trapecista que trabaja sin red. Tiene talento e ingenio narrativo y, además, una notoriedad que también se llama reconocimiento y respeto.

Hacedor de relatos, ilustrado literato, divulgador de lecciones y formulador de lucidas reflexiones, provee a los lectores de breves sustanciosos discernimientos, obviamente que con las debidas críticas que, a veces, suelen ser neutrales.

Una conclusión mía: Mondaca tiene en su haber el defecto (¿o será virtud?) de asumir de manera recalcitrante una «política cultural» (o una «cultura política») tendiente a preservar las «formas» y las convenciones del diálogo con sus interlocutores, muy diplomático y amiguero es el chaval. Semejante postura lo lleva a soportar cansinamente ciertos asuntos —u opiniones temáticas— con los que no está de acuerdo; muestra cierto pudor que a veces lo vuelve cómplice en determinados atolladeros y desbarajustes teóricas.

Accede cuando debería rebelarse y agredir verbalmente a criaturas insoportables que navegan con doble antifaz. Pero en fin, él es el anfitrión y sabe modular bien las inconsistencias. Definitivamente, el Chona Vergaca es uno de los principales precursores de movimiento bloguero en el bronco estado de Sonora. Bato literaturalizador de la experiencia y gran conocedor de las relaciones miméticas entre el sujeto y el objeto, entre el «yo-hablante» y la «cosa-semántica».
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