miércoles, noviembre 08, 2006

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_______ENSAYOS FRENTE AL ESPEJO DEL TEXTO
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___Tampoco puedes decir que escribes aquí lo que quieres, prque en realidad escribes aquí lo que puedes. Aunque no das cuentas a nadie por el reguero de letras que vas dejando en la red, lo cierto es que es muy limitado lo que puedes decir. Dices apenas una parte de lo que eres, de lo que significas, de lo que deseas que se sepa. Quizá dices más de tí de lo que supones, pero eso lo haces involuntariamente y quizá sea eso lo que buscan "leer" tus lectores, escasos o abundantes. Escribir aquí es sólo un recreo, una forma parcial de reafirmarte. Una distracción para tu espíritu, sin mayor trascendencia. Nada de lo que digas aquí es en serio, incluso cuando asumes seriedad en tu discurso. Reseñas de libros, cuadros de viajes, experiencias inocuas, frases atrevidas, relatos, poemas, aforismos, eructos, todo, lo que quieras sumar o multiplicar es nada. Una variedad interesante de nada, cuando mucho. En unos meses, por su futilidad, tus archivos despertarán tu propia sonrisa, la sonrisa de ese otro que serás entonces. Pensarás en cómo es que escribías tal o cual cosa y verás que se trataba de momentos de esparcimiento, de juego con la escritura, de decir una parte de lo que se te escapa, una ligera parte de tí mismo. Verás como en un espejo. Ahí estará la figura, tu figura invertida. Tus textos serán como una servilleta donde escribiste una minucia mientras involuntariamente te mordías la lengua con un chicle. La servilleta se apergamina, como tu texto. La frescura de ese texto es lo poco que queda de él en el recuerdo pero, como la servilleta, sirve cada vez menos, acaso para unirlo en un rompecabezas más extenso que alcance a decirte un poco más de tí. Pero será insuficiente de todas formas, porque entonces habrás escapado nuevamente y notarás desde una nueva ladera que sigues sin poder capturarte, sin poder decir lo que crees que eres. Quizá eres más poco de lo que supones. Aquel rompecabezas dirá entonces menos aún a quienes se atrevan a leerte. Aún así, ellos verán en tus viejos textos algo más, algo diferente, algo que ni siquiera puedes imaginar ahora en que ya crees saberlo. Después, cuando te hayas ido, el texto hablará por sí mismo. Separado de tí, ajeno a tus pretensiones dirá más de tí. Entonces será libre y vivirá sin el temor de que estés ahí para adulterarlo, corregirlo o eliminarlo. Será libre ya de tu maltrato, de tu manía de querer hacer de él una autobiografía o, mejor dicho, una autofotografía. Como un espejo, el texto sabrá qué decir de tí y, posiblemente, desee tomar venganza. Entonces no estarás ahí para evitarlo y él se reirá de tí y de tu finitud, de tu efimeridad, de tu obsesión por querer ser tú: el ente imposible, el ente inconforme consigo mismo, el autocorrector frustrado. Así serán entonces los textos, cuando ya no estés cobrarán vida propia y vivirán eternamente (si le quitamos a este adverbio su connotación religiosa). Con la imagen que ellos desearon guardar de tí. Con su albedrío y su inmanencia. Con su intacta apatía por los lectores. Sin las obsesiones de fama y poder que en su momento intentaste imponerles. Así son los textos, no los tomes tan a la ligera. Ten cuidado con ellos porque ellos serán implacables contigo.
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3 comentarios:

Manuel dijo...

Waw, a pulirse y tener más cuidado con la pluma y el teclado.

Saludos

MAMACUERVO dijo...

Después de leer tu post, me fuí a leer los mios anteriores, no cabe duda que "Recordar es vivir" las emosiones y sentimientos plasmados en un escrito nunca serán los mismos cuando leemos por segunda vez, algunos se quedan grabados como en una piedra, otras se quedan en la arena del tiempo, pero todos forman parte de nosotros mismo, de una mínima parte de nuestro ser. La pluma y la lengua serán nuestra carta de presentación a los demás.
Buen Post el tuyo.
Saludos.

ismael dijo...

hay texto para mañana. tengo el vuestro... còmo lo leeras a distancia?'