sábado, junio 14, 2003

QUÉ, ¿TAN DIFÍCIL ES ESCRIBIR? II

Es falso que abordar en el blog temas autobiográficos o anécdotas personales (subjetivas) sea aburrido per se. Pienso que cualquier tema es un buen pretexto para sacar a asolear al lenguaje. El despliegue de palabras, si se elabora adecuadamente, es
un vehículo para detonar la imaginación del lector o, más exactamente, su capacidad de hipótesis, es ahí donde reside el gozo por la literatura. Desafiar las premisas prevalecientes del lector es posible a través de diversos medios escriturales, incluyendo el blog. Decir que uno lee por mero entretenimiento es como decir que uno lee palabras y párrafos; la pregunta es ¿en que reside el gozo de leer?

Temas como un choque automovilístico o cómo pescar un atún gigante con una caña convencional pueden parecer triviales pero, bajo ciertas circunstancias, estos temas nos llevan a descubrir universos ocultos e imprevistos, a explorar lo "inimaginable". El buen escritor es conciente de este hecho y, mediante la narración inteligente y concienzuda, crea en la mente del lector ciertos grilletes inesperados que lo capturan. Lo trivial en la vida esconde giros invisibles que la costumbre y la rutina nos hacen perder de vista, dicho esto sin pretender hacer de lo trivial el único sujeto de la literatura.

El escritor desafía al lector poniéndole enfrente una serie de puertas que guardan objetos ajenos a su universo imaginario. Conforme se adentra en la lectura de un texto, el lector va descubriendo que sus premisas congnocitivas e imaginativas son cuestionadas. El escritor busca formas diversas de proponer un objeto mental y escoje aquella que se avoca mejor a su propósito. Todo texto respetable es un desafío para el lector, pero lo es, en primera instancia, para el escritor.
Esta dinámica -escritor/lector- es exitosa cuando incluye determinado marco estético, lo que no necesariamente significa bello en el sentido corriente que atribuímos al término. Un relato de horror, por ejemplo, puede abordar hechos terribles o repulsivos y guardar cierto rigor estético en tanto respete y desarrolle las reglas que el mismo texto va creando. En su caso, decimos que ese texto está bien logrado, es decir, es bello porque despierta en nosotros un principio de legítima coherencia, aún cuando el tema fuese, digamos, el caos universal.

Se afirma que en la novela (o en otros géneros) todo está dicho, y que los temas están agotados, lo cual no pasa de ser un argumento castrante y peligroso. Lo que se encuentra agotado es el espíritu de muchos escritores que pretenden abordar los diversos géneros narrativos (y aún poéticos) desde ópticas repetitivas. Lo agotado es la renuencia a explorar nuevas formas de expresión textual, nuevas propuestas narrativas, nuevos mecanismos de desafío escritural. Es cierto que existen incontables esfuerzos experimentalistas, sin embargo, muchas aproximaciones literarias experimentalistas fracasan por su desapego a un marco riguroso y genuino de escritura, es decir, por violar las leyes de su propio universo. Sin la creación de un marco de nuevas hipótesis, sin un desarrollo concienzudo e inteligente (donde la ocurrencia guarda la compostura frente a las leyes que el autor mismo genera), el experimento literario estará condenado al naufragio.

Igual que en otros medios de expresión textual, el blog -página electrónica de publicación instantánea- es un caldo de cultivo para la literatura. El tema que se aborde es lo de menos. El hecho de que muchos escriban (mos) basura a través de este medio, no inhibe que autores talentosos puedan echar mano de este vehículo para masificar textos literarios preciosos e inéditos. El tiempo nos dará la razón o habrá de contradecirnos sin remedio. (continuará)

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