jueves, agosto 14, 2003

LO OCULTO Y LO SECRETO

Veo que esta cuestión de "lo secreto" tiene tela de donde cortar. En otros posts he dicho que los latinos somos proclives al chisme, de modo que los secretos entre nosotros dejan de serlo con suma facilidad. Todo mundo creemos tener a alguien de absoluta confianza a quien podemos contar cosas personales o íntimas que no deseamos que nadie más sepa. Je, lo que pasa es que no contamos con que ese alguien de absoluta confianza tiene también a otro (s) alguien de su absoluta confianza. Así opera el mecanismo del chisme. Claro, en su caso extremo, existen personas, generalmente de personalidad insegura, que fincan su autoestima en ser reconocidos por los demás y optan por ser fuente de asuntos que nadie sabe (chisme-secreto); mediante su estudiada divulgación, la persona se siente importante o indispensable. No soy machista pero, por cuestiones formativas, muchas mujeres compensan su sentimiento de inferioridad respecto del varón mediante la práctica obsesiva del chisme, aunque, desde luego, el chisme no es un asunto de género ni tiene vocación sexista.

Por su parte, lo oculto no necesariamente es secreto pero requiere de ciertos mecanismos para acceder a él. (Por ejemplo: "el secreto de ser escritor", que mi amigo Heriberto Yépez ha cuestionado con su estilo desafiante e irónico, no es sino ocultismo vil.) Lo oculto se plantea inaccesible; es materia de iniciados o iluminados, ajena al ciudadano común, al lego. Lo oculto es críptico, requiere de claves y contraseñas; exige al aprendiz acceder a cierto simbolismo místico o mágico, je, y generalmente viene en envase de credo político o religioso.

Por eso ni el gran arte ni el ejercicio de la ciencia se llevan con el ocultismo, menos aún con el chisme. Estas dos áreas eminentemente "humanas" son accesibles a cualquier individuo que profundice en ellas. El conocimiento de la sección áurea o la geometría de la perspectiva en la pintura; el funcionamiento de la polifonía y la composición en la música; el dominio de la actuación en la poesía y el teatro (representación verbal e histriónica de estados de ánimo); el arte de escribir textos literarios, etc., son asuntos que pueden ser aprendidos y ejecutados por cualquier individuo que se lo proponga con rigor. ("Humphrey, estabas hablando de los secretos y llegaste hasta este rollo infumable; ya, en serio, ¿qué pretendes, volver a tus soporíferos posts?" -No empieces y cierra el pico-).

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