EPITAFIO LEÍDO EN VOZ ALTA POR UN ANALFABETO
Bueno, no hay problema si no sabes quién es Abigael Bohóquez, I'm sorry, its not my problem, wherever you have decided to live.
No tengo obligación de explicar todo lo que escribo. He recibido 12 mensajes en mi correo, algunos merecen una respuesta, otros, en serio, son ganas de joder.
No me consta que Abigael Bohórquez haya sido homosexual. En últimas, a mí eso es algo que me tiene sin cuidado. Sus textos, en todo caso, rebasan el tema de sus preferencias sexuales y yo no abrigo el derecho de inmiscuirme en sus asuntos (ni en los tuyos), y si he de hacer una crítica, una apología o una mueca, igual lo haría contra un prototipo del masculinismo como Ernst Hemingway, Bruce Willis o Capulina. No tengo prejuicios cuando hago crítica literaria (especialmente porque "hacer crítica literaria" es algo que no sé hacer, je).
La gente cree mucho en algunas opiniones que encuentra en los semanarios culturales dominicales o sabatinos de diarios influyentes como La Jornada, Excelsior, El Universal o Reforma (y otros menos prestigiosos). Pero falla. Falla porque esas opiniones padecen una enfermedad viral incontrolable: buscan apegarse a un canon. Qué error. Compartimos una época en la que los cánones son matracas. Banderolas de un álbum descontinuado de escuela primaria.
(Ah, verdad. Ustedes creyeron que podían alejarse de estos renglones y que su vida seguiría siendo igual que ante fue).
Es entendible. Esa visión pequeñoburquesa (la tuya) es sui géneris, puede sujetarse a ciertas normas de comprensión aparentemente avanzadas, pero falla en última instancia en determinar qué es verdad y qué no, je, esa es la cuestión.
Shakespeare, Nietsche y otros ya se lo plantearon, y qué pasó...
No pasó nada.
Unos se fueron con la finta de que podían seguir siendo pequeñas bestezuelas indomables; otros, soñando con decir la última palabra.
Pobres idiotas todos. Incluso nosotros y el propio Abigael que mantuvo entre sus manos el pez indómito de un reto inexplicable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario