ARISTÓFANES Y EL TILINGO LINGO

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___Todo traductor honesto sabe que su labor comparte en alguna proporción las mieles del fraude. El erudito Ángel María Garibay, Premio Nacional de Literatura 1965 y flamante traductor al español de las comedias de Aristófanes (las que sobrevivieron a las borracheras que padeció Europa en milenios venideros, ya que parece que algunos de sus textos terminaron como combustible en las calderas de los baños de Gorgolona -los de Aristófanes, no los de Garibay-), confesaba con transparencia que con su traducción ofrecía apenas "un intento de versión".

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___"Jamás acaba el traductor de dar el contenido del original. Y leer a éste en su lengua nativa es aun problema de comprensión, por las sutilezas que los extraños no podemos captar como las entienden los que tienen por propia esa lengua", se decía Garibay al poner sobre la mesa su acercamiento a Aristófanes.

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___Viendo de cerca sus textos (lo que hace la miopía), Aristófanes era un hijo de su chingada madre de gran ingenio (el hijo, no sé si también la madre). Hasta donde yo sé, fue el primero en ponerle barba a las mujeres (algo que en la actualidad emulan escritoras y poetas mexicanas para subrayar la moda consistente en subrayar los problemas de género que brotan entre nosotros). Sin embargo, los alcances de la comedia de Aristófanes no se quedan en el esquema vulgar de una oposicion entre el feminismo y el machismo (lo que no tengo humor de explicar ahora).

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___Quienes sucumben a la tentación de proponer la "igualdad" entre "los sexos" exhiben un grado lastimoso de ignorancia sobre las ventajas de "la diferencia". Aristófanes se burlaba del mito de "la diferencia" y advertía sobre la ventaja de la complementareidad.

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___"La asamblea de las mujeres", obra privilegiada del célebre comediante griego, tiene mucho que decirnos sobre ese tema. No te recomendamos leerla porque puedes intentar convertirte en detractor de la coincidencia o en traductor de sentido.

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("y líbranos del mal, Amén").

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