sábado, abril 22, 2006

DISLEXIAS DIDÁCTICAS
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___Cuando intenté explicarle a mi marciano favorito el abc del sexo, me topé con una serie de dislexias didácticas –y eso que provengo de una familia de maestros-. Ojo: Las dislexias didácticas son cabronas, hereditarias y formativas y no se las recomiendo nadie, incluso no se las recomiendo a los blogueros homosexuales. (He buscado el término “dislexias didácticas” y tal término parece no haber sido requerido en ninguno de los buscadores de la red –ya ven que los “buscadores de la red” poseen cualidades titánicas-).
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___Todo comenzó cuando mi marciano se encontró por casualidad con una imagen inédita (en su tiempo), la que vio por primera vez en un microscopio un tal Leewenhook y repuso en un dibujo ya clásico: los espermatozoides.
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___Los espermatozoides han sido un objeto polémico de estudio desde los tiempos en que los judíos estaban por elaborar los primeros condones fabricados con retazos de vejiga de cordero. Estos artefactos, reutilizables por cierto, eran incómodos aunque útiles para prevenir enfermedades tan comunes en su tiempo como el chancro o la sífilis-.
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___Yo manifiesto cierto pudor para tratar estos temas con un público infantil o púber, sin embargo, a raíz del descaro manifestado por el gobernador de Puebla en funciones, el mercader Marín, y su íntimo amigo Kamel Nacif, me he visto obligado apurar conclusiones antes de que aparezcan en los diarios notas alusivas –lo hago por mera sanidad familiar-.
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___En el curso del proceso electoral que (sobre) vivimos, me he percatado de que las nociones de virginidad, violación y reproducción forzada, son conceptos que anulan toda explicación racional, especialmente en lo tocante a las listas de diputados y senadores de representación proporcional.
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___No sé. Algo raro está pasando porque el mundo que deseamos explicar a las generaciones venideras –a nuestros hijos- se topa con balaceras del narco, películas porno y dosis malévolamente alteradas de crack y yerbas. La realidad es más compleja de lo que parece. Nuestros descendientes se ríen de nuestra ingenuidad y todo parece revolcarse en el edén de una apatía sospechosa.
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___Estados alterados, subrealidades, no sé. Algo está pasando. Y eso depende de cuán grato te sea tal anomalía. Sobre sexo no hallo ya que agregar.
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