sábado, julio 01, 2006

DIÁLOGO DE ALFILERES CON MR. PHUY
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___La fecha se desdibuja como un pendón de ciegos. Antes de cerrar el telón el daño es una quemadura de tercer grado. Roberto Carlos suda frías premoniciones y Parreira se va convirtiendo en un espantapájaros junto a un sarcófago ambulante (vudú de otras copas). Ronaldinho es una insubordinación de tristeza con malformaciones palatales que escucha atónito La marsellesa, una afonía de multitudes vecinales. Zizoú es vela mayor en un buque napoleónico que avanza sobre una mesa de billar intacta. Es secuela de una fiesta de cumpleaños que ahora aparece en la nota roja del Frankfurter Allemeigne Zeitung y Le monde. Suicidios arbolarios en verde y amarillo. Waterloo es un capítulo pendiente. Los galos horadan barrilles de cerveza con sus himnos mientras los hooligans bretones desgarran sus tatuajes con el sodio de sus lagrimales. Episodio equidistante de desgracias. La trivia se amortigua en la sed de sangre de Vieira y Ribery es un sonámbulo pisando epitafios en un cementerio amazónico. Nadie recuerda a Eric Cantoná porque Thierry Henry es un abusador del fuera de lugar cuando, en los callejones oscuros de Frankfurt, prepara una jeringa de eutanasia. Lucio y Ronaldo imponen récord en un crucigrama de estadísticas, consolaciones de un naufragio previsto. Son puertas indiscretas en un laberinto final donde el Minotauro canta melodías bávaras con un instrumento de lengüetas. Afuera de los estadios hay mítines espontáneos con líderes fantasmas. Las tabernas son ensalada de etnias; los marcadores virtuales, botana gratuita; la levadura, corre por cuenta ajena.
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2 comentarios:

NOlo dijo...

o_O, muy bueno, creo que así escribe sus reseñas faitelson :p

Unknown dijo...

Gracias