lunes, julio 24, 2006

EN EL MAR LA VIDA ES MÁS SABROSA
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___Regresamos del anunciado viaje a las aguas territoriales del Mar de Cortés y encontramos a la República en total abandono, ¿dónde se metieron todos? Pareciera como si el impasse veraniego fuera un patatús de la actividad productiva y la fiebre vacacional se extendiera como una epidemia. Desconectados como estuvimos de los acontecimientos, apenas pudimos enterarnos de que el gobernador Bours aprovechó nuestro descuido para comprar a unos parientes, a nombre del gobierno, unos terrenitos a precios de Manhattan. Muchos se preguntan por qué no los expropió y los pagó a 50 centavos el metro, como a las familias de Nogales y Hermosillo que les hizo matanga para instalar sus proyectos maquiloindustriales. En cuanto a Calderón y AMLO, solicitamos muy atentamente, a nombre de todos los oxiuros del país que les den un fin de semana libre y no los apedreen ni les rompan su propaganda. Esto, mientras que los magistrados de la República deciden la calificación de la elección presidencial y de paso nos libran de la jaqueca post electoral; ya ahorita no nos sorprendería si declararan ganador al doctor Simi. El resto de los problemas, la guerra en el Líbano y aumento del precio de la gasolina gringa, preferimos que los lean en los anexos.
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___Un pequeño interludio: Por favor, se suplica a los conductores que viajan por las carreteras en busca de la felicidad, que le bajen dos rayitas a las prisas. Tranquilos, las playas nacionales están ahí desde la era Mesozoica y no se van a mover al menos en los siguientes 600 sexenios. Viajen con calmita, verán: cuando veníamos de regreso, nuestra piel tostada por los rayos luminosos, ultravioleta, gama, beta y otros de alta denominación, nuestro hígado haciendo heróicas piruetas para traducir en azúcar las cantidades insolentes de alcohol que ingerimos en diversas modalidades (algunas inéditas), nuestro sistema urinario agotado tras laborar anacrónicas horas extras y nuestros bolsillos temblando por la tendencia suicida al endeudamiento que nos envolvió sin darnos cuenta, (después de esta retahíla inmisericorde de oraciones subordinadas, repetimos:), viajen con calmita, veran: cuando veníamos de regreso, fuimos testigos de un accidente automovilístico dantesco. Un pick up fue arrollado por un pesado trailer con el furgón lleno de cajas de chiles Clemente Jaques. Los dos tripulantes del pick up quedaron muertos fuera del vehículo, uno de ellos, tirado a unos 25 metros de donde fue el accidente, decapitado. ¡Santa María!, dijimos al ver aquello. "Sin pecado original concebida", se escuchó en el asiento trasero (de nuestro auto, no del pick up). Bueno, el caso es que no pudimos explicarnos fehacientemente cómo ocurrió la desgracia; lo que sí supimos, hoy, es que los muertitos eran agentes del ministerio público. ¿Ven?, ya de ida habíamos visto un trailer patas arriba. Bájenle a la hormona recreativa y esperen a estar en el momento adecuado con las bebidas adecuadas.
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___Interludio agotado; pasamos entonces al allegro finale. El viaje fue redondo como un níspero (*) porque además del estado tricolor en el que nos mantuvimos siempre, al margen de crudas potenciales, nadamos, chapoteamos y nos tiramos clavados del muelle (unos con giro dorsal invertido 3.4 grados de dificultad, otros, simples panzasos ribereños) con una alegría que no se ha visto desde los años 1970s, cuando estrenaron la película "La fiesta inolvidable" con Peter Sellers (filme que, por cierto, se utilizaría algún tiempo después en un hospital de Houston como parte de un tratamiento experimental para enfermos de prostatitis benigna grado tres -aparentemente sin resultados contundentes-). Bueno, como estaba previsto, lo mejor de todo fue la anunciada pesca en altamar. Cochitos, pargos, roncachos y sábalos se prendían, hasta dos por línea, en un aquelarre de euforia marítima a bordo de El pato, bote comandado por Don Armando, experimentado capitán que puede filetear una mojarra en ayunas con la mano izquierda (en ayunas el capitán, no la mojarra). La hielera que salió del muelle repleta de cerveza regresó rebosando de escamas y filetes. Para los conocedores: la carnada fue calamares adolescentes frescos, no falla. Lo que ocurrió después de sacar el último sábalo puede intepretarse como la curva descendente en una gráfica del estado de ánimo, por lo que no abundaremos en detalles, con decir que hasta los cigarros se acabaron, basta. La próxima vez los invitamos.
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___(*) No sabemos qué demonios es un níspero, pero la frase "redondo como un níspero" fue acuñada por Nicolás Guillén en un poema suyo.

2 comentarios:

Pina dijo...

Níspero

Origen.
El níspero es una especie tropical de América y que se ha extendido al parecer desde el sur de México, América Central y la parte norte de América del Sur a diversas regiones tropicales de mundo. Se encuentra principalmente en huertos caseros, aunque también en algunas plantaciones comerciales. Es cultivado comercialmente en la India, Filipinas, Sri Lanka, México, Venezuela, Guatemala y otros países de América Central.

Nacho: Qué viaje tan enchiloso y tropical tuviste!
A mi regreso de Hillo. a Gayson me tocó ver la lista interminable de carros regresando a la ciudad del sol en pleno atardecer. Muchos de ellos de la pachanga fresa del AESMAC, donde el año pasado salieron 8 casos de SIDA entre los nenes consentidos que asistieron a esta fiesta anual del los ITESM en San Carlos.
Saludos.

jose fá dijo...

Tarde pero te digo que en mi huerto cananense hay un hermoso níspero, lleno de fruto, aún inmaduro. Y te saludo.