lunes, septiembre 11, 2006

LEER ES UN ASUNTO DE MINORÍAS

___La presentación de Juan Domingo Argüelles fue un balde de agua fría a muchos mitos que prevalecen en el auditorio asistente al Festival de la Palabra. Basándose en percepciones de algunos autores, entre ellos José Saramago, el conferencista quintanarroense sostiene que leer es un asunto de minorías y que la influencia del libro de literatura a veces se juzga desmedida por los amantes de la lectura. Señaló que ni siquiera aquellas ediciones cuantiosas como Harry Potter o El código da Vinci tienen mayor significación si se compara con los índices poblacionales.
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___Son minoría aquellos que desarrollan el hábito de la lectura (de textos literarios), igual que son minoría los músicos, los pintores, los arquitectos, etcétera. Ello no quiere decir que no se deba promover la edición libresca ni que por tales razones se descontinúe la producción de instrumentos musicales o la elaboración de óleos. El libro debe estar al alcance de quien lo procure.
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___Los gobernantes gustan de pararse el cuello haciendo campañas de autopromoción apelando a su "deseo ferviente" de hacer de su país "un país de lectores", sin embargo, no hay que desconocer el hecho de que la vocación lectora generalmente nada tiene que ver con las campañas de fomento de la lectura. La afición a la lectura es equivalente a la vocación religiosa, su origen proviene de sensibles cuerdas que los individuos ya traen de fábrica.
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___Por otra parte, los índices de lectura varían de una nación a otra por razones de índole económica, cultural y aún climática, lo que complejiza las cosas cuando se pretende hacer comparaciones que en ocasiones resultan ociosas aunque sean reveladoras.
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___No sueñes con que tus hijos van a ser lectores apremiantes como tú (asumiendo que tú lo seas), simplemente porque les vas a transferir el gusto por la lectura, machacándoselo. Recuerda que ellos gozarán del derecho de escoger sus propias aficiones, incluyendo su derecho a no leer.
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___Quedo atrapado por la lógica de Juan Domingo Argüelles, las opiniones de José Saramago y mi eterna reticencia a leer por obligación. ¿Ustedes qué dicen?
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___¿Qué hora es?
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5 comentarios:

Ministry of Silly Walks dijo...

Interesantísimo y de alguna manera consolador.
¿Quién soy yo para obligar a mis hijos o mis alumnos a leer? Ah! pero sí puedo irles dejando miguitas de pan por el camino.
El descubrimiento sabe mejor que la imposición.

Pina dijo...

Así es... al parecer (y al menos para las mayorías) no hay mejor fomento que la censura.

Saludos, Nacho.

fenririel dijo...

Yo no me formé como lectora porque mis padres me incentivaran. De hecho, mis padres -o cualquiera de mis familiares en primer o tercer grado, temo- difícilmente toman un libro, a no ser que estén interesados (ej. Harry Potter, El Código Da Vinci.) Creo que eso nos habla de que, en efecto, la cosa es de minorías, pero el mismo Argüelles explica en su libro "Leer es un camino" que quizás todo el problema es el enfoque: venden la idea de que leer es la panacea de todos los males -fraudes electorales incluídos, sospecho-, cuando que, en el mejor de los casos, leer es una vía para despertar la reflexión. Particularmente, creo que esto último es circunstancial; leer, en todo momento, SI ES QUE va a ser promovido, debe serlo como un acto de placer, como un vicio, como algo divertido, no con la solemnidad que revisten todos los secretarios y funcionarios estatales. Atinadamente, dice que muchos adolescentes fuman no porque les digan "¡fuma!" o "¡no fumes!" (aunque esta última si empuja a algunos al vicio): lo hacen porque observan que quienes fuman disfrutan haciéndolo. Imitación. Ni más ni menos.

Bueno, y supongo que otro aliciente sería no escribir tanto choro con palabras altisonantes, jajaja. Pero creo que ahí queda la idea, ¿no?

Saludos, Humphrey :)

Roberto Fuznet dijo...

Da lo mismo, leer es un delicioso privilegio. Quienes podamos, disfrutemos.
Lo importante consiste en acoger a los nuevos adeptos.

nacho dijo...

Ministry, Pina, Fenri, Roberto: gracias por visitar...
En mi casa también nos incentivaron a todos y bueno apenas uno salió lector, esa es la cosa, igual pasa con mis hijos... incentivo a los tres y dos me mandan por un tubo: prefiere una dibujar, el otro, las matemáticas... Pero la que sí lee lo hace con verdadera pasión.

Que lea al que le plazca... je.

vuelvan!