miércoles, septiembre 28, 2005

KATRINA Y EL ADN DE W.
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___Para W., aprobar que se le practicara la prueba de ADN representaba cierta ventaja, pero no estaba convencido de la idea. No obstante, existían razones suficientes para explicar por qué sus asesores legales disfrutaban por adelantado las crecientes posibilidades de obtener para su cliente un convenio ventajoso en la corte.
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___Por su parte, H. había contratado la mejor firma de abogados de Austin a fin de evitar que manos ilegítimas compartieran la herencia del anciano filántropo Isaias Mc Rae, su padre adoptivo internado desde el 25 de marzo en la unidad de terapia intensiva del Rotenn Hospital. Los diarios locales no estaban dispuestos a desaprovechar la situación para obtener los prometedores beneficios que representa el sensacionalismo.
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___Desde que la OPEP encareció en 400 % los precios del crudo, Houston no había sido testigo de un juicio de estas proporciones. Si en 1974 el súbito incremento de precio del petróleo había cimbrado la unidad monolítica de las Siete Hermanas, cuando Texaco estuvo a punto de ser adquirida por capital británico, hoy la situación prefguraba algo peor. El paso del huracán Katrina había fracturado algunos ductos políticos en Washington y la prensa europea informaba con cierto regocijo las pérdidas de las plantas refinadoras que la familia del presidente George Bush tenía en el Golfo de México. Era cosa de tiempo, especialmente porque la temporada de huracanes guardaba más sorpresas.
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___En la fecha en que la Corte Suprema del Estado de Texas había dispuesto el incio del juicio sucesorio, U. y V. entraron en escena. Estos personajes suponían que su innegable parentesco con W. acarrearía ventajas a sus bolsillos y no escatimaron recursos para involucrarse en el caso.
Antes de que el gobierno de Bush declarara estado de emergencia nacional por la terrible inundación que causó Katrina en Nueva Orleans, más preocupado por la los reveses en la Guerra de Irak y las pérdidas familiares en sus abatidas refinerías, el Washington Post y el Boston Globe esparcieron la noticia inminente: Mc Rae había muerto.
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___Fue entonces que el juicio sucesorio tomó un rumbo inesperado. La confirmación de un lazo consanguíneo entre W. y H. era una noticia que no podía esperar, aunque muchos de nuestros lectores no lo juzgaran así.
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