JULIO TORRI, EL MODERNISMO EN CÁPSULAS
(tome una después de cada comida)
___Leer los microrrelatos de Torri es pasear despreocupado por las laderas de la irreverencia. Precursor del género, Torri allanó con elegancia el camino que después recorrerán Arreola y Monterroso. Torri demuestra con sus punzantes minificciones que ironía y crítica pueden desplegar su enorme poder en el barquito de papel de la brevedad, y que el cinismo no es privativo de los malvados.
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___Si Torri es considerado una literatura menor en la primera mitad del siglo XX, es simplemente porque la literatura decimonónica nos enseñó que lo grandioso se vende por kilo.
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___Junto con Tablada, Torri proclamó en nuestra tradición que la sabiduría y la belleza, como los buenos perfumes, suelen envasarse en frascos diminutos.
___Junto con Tablada, Torri proclamó en nuestra tradición que la sabiduría y la belleza, como los buenos perfumes, suelen envasarse en frascos diminutos.
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___Los unicornios, un despliegue de fuerza del autor, son como los poetas que no aceptan invitación a cualquier cantina, su autoestima se los prohibe.
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3 comentarios:
Por el momento paso a saludar...y por supuesto a avisarle que estaré molestando por aquí. Necesito leer con más detenimiento su blog, que por cierto es interesante y muy creativo...
Saludos.
Me sentí enfrente del papel...
Julio Torri
El novelista, en mangas de camisa, metió en la máquina de escribir una hoja de papel, la numeró, y se dispuso a relatar un abordaje de piratas. No conocía el mar y sin embargo iba a pintar los mares del sur, turbulentos y misteriosos; no había tratado en su vida más que a empleados sin prestigio romántico y a vecinos pacíficos y oscuros, pero tenía que decir ahora cómo son los piratas; oía gorjear a los jilgueros de su mujer, y poblaba en esos instantes de albatros y grandes aves marinas los cielos sombríos y empavorecedores.
La lucha que sostenía con editores rapaces y con un público indiferente se le antojó el abordaje; la miseria que amenazaba su hogar, el mar bravío. Y al describir las olas en que se mecían cadáveres y mástiles rotos, el mísero escritor pensó en su vida sin triunfo, gobernada por fuerzas sordas y fatales, y a pesar de todo fascinante, mágica, sobrenatural.
FIN
GRACIAS POR VISITAR: Sir H, ya sabes estás en tu casa, ¿un café, algo?.
Manuel, definitivamente, hacer un microrrelato es un arte... saludos.
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