miércoles, abril 18, 2007

Del baúl de recuerdos
.
LOS RITUALES DEL CAOS
.
___Hace años, algunos ya, me conseguí cerca del zócalo Los rituales del caos, de Carlos Monsiváis. lo leí con prisa. Entonces pensé que el ensayo libre en México alcanzaba la mayoría de edad con ese autor; su visión desenfadada de los epifenómenos de la cultura chilanga y, por extensión, nacional, comprenden desde el espectáculo de la lucha libre hasta las excentricidades de Gloria Trevi, pasando por los centros nocturnos de baile de la Ciudad de México y algunas temáticas no convencionales en el género por aquel entonces.
.
___Después de Monsiváis, el término cultura comenzó a abandonar los cubículos y se metió sin boleto a los estadios, los congales y las estaciones de radio. Para el autor, el ensayo es visión personalizada, monólogo, aproximación sin ínfulas al acontecer cotidiano, agudeza sin riendas académicas, psicología del carácter envuelta para regalo.
.
___Lo sublime es cosa de risa, la solemnidad religiosa se fusiona en un mall con goonies, veladoras, Star wars o los pitufos; radica ahí lo sublime popular, donde lo diverso no reconoce escudos familiares ni abolengos, todo es todo, cada parte es un instructivo del rompecabezas.
.
___El libro arranca con una serie de fotografías emblemáticas: Luismi, el sardinero colectivo llamado Metro, el Ángel de la Independencia, el niño FIdencio, Julio César Chávez, los balnearios atestados, entre otras, que introducen al lector al mundo multitudinario del DF, para descubrir el arte de la convivencia y la conveniencia; millones pactan la mejor manera de divertirse sin aplastarse unos a otros, o al menos, no aplastarse de muerte. El metro, una “batalla álgida por el oxígeno y el milímetro”, prefigura este contexto.
.
___ Aparecerán también los villanos del ring luchando contra esa cosmogonía onírica regida por el Enmascarado de Plata; nos paseará por la estupefacción que causan las grandilocuentes producciones operísticas de fin de siglo o el nacionalismo concentrado en Carlos Chávez y Silvestre Revueltas al ritmo de huapango.
.
___La Basílica de Guadalupe, los sex symbols, los New kids on the block junto a otra andanada de objetos van conformando, para el ojo de Monsiváis, un imaginario que se antoja surrealista, cómico y trágico por naturaleza, ridículamente solemne y no pocas veces edificante y divertido de tan absurdo.
.
___Los rituales del caos es un compendio de fin de siglo, una mirada perdida frente a la inmensidad de las variables; por las partes que se recuperan de la urna rota, se adivina su forma, su textura, sus fortalezas y sus debilidades. Eso es esta obra, una recolección difusa de nombres, objetos, personajes y pesadillas del imaginario mexicano; tradiciones acalambradas por la modernidad subsisten como parodia e incorporan nuevos trazos de la inevitable y progresiva transculturación globalista.
.
___Sea quizá el mayor mérito de Monsiváis su atrevimiento, no únicamente por el novedoso manejo del lenguaje, sino por la soltura con que puede hilar en el tejido popular una verbena de asuntos que competen al alma nacional y que cohesionan y contorsionan al espíritu finisecular de los mexicanos.
.
___¿Ya lo leíste? Yo, por mi parte, lo volvería a leer. (Carlos Monsiváis, Los rituales del caos. Edit. Era. México. 1995.)
.

No hay comentarios.: