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___Cuando escuchó el timbre, ella supuso que se trataba de la pizza. Abrió la puerta con los dólares que había dispuesto ex profeso y cayó en cuenta de la situación cuando observó las siglas en la camioneta: UPS y el joven uniformado con una caja entre sus manos.
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___Guardó el dinero en el mandil y firmó de recibido. Mientras ponía sobre la mesa del comedor la caja, pensaba que quizá debía haberle dado propina al mensajero.
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___Yo hubiera calificado esta escena como una más entre las muchas que nos causan una hilaridad light y que nadie se toma la molestia de contarlas de tan triviales. La vida presenta una cadena de ambigüedades que pasan desapercibidas. Pese a lo predecible que suponemos el futuro, la realidad se nos presenta como un nuevo partido de naipes. (Aquí, por ejemplo, caes en cuenta que "naipes" es un término que tal vez no utilizarías si fueses tú quien narrara este relato). Pero el término "naipes" es un término neutro y lo aceptamos como aceptamos mucho de lo que leemos: con un intrascendente regañadientes.
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___Volvamos a la caja. Había un poco de ansiedad en ella cuando confirmó el remitente: le era de sobra conocido y provenía de Alberta, Canadá. Teniendo en mente los antecedentes, sonrió de gusto al suponer que el paquete vendría repleto de hojas secas de maple, lo que abría un universo de posibilidades a su proyecto artístico tantas veces postergado. Se quitó el mandil y se enderezó el cabello. Fue al baño y se miró en el espejo. Vio que la línea de sus ojos se había difuminado y tomó el lápiz para reafirmar las líneas. Luego tomó el labial y delineó el contorno de sus labios. Sabía a dulce. Nunca pensó que sería la última vez que se observaría tal como era.
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___Fue entonces que regresó a la mesa dispuesta a abrir la caja. Abrió las tijeras y cuidadosamente cortó los flejes que la resguardaban, luego metió la punta sobre el pegamento y separó lentamente las tapas superiores. Pensaba en una reconciliación, en un perdón, en algo así que no alcanzaba a definir.
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___Ahora que recuerda aquel momento, veintitantos años después, no alcanza a vislumbrar el alcance de la venganza del remitente. El asunto la transporta esporádicamente en un punto en el que, no sabe por qué, debe retroceder en el tiempo y enfrentarse a su propio sentido de justicia. Y no le va bien. Nada la consuela, ni tampoco, hay que decírselo a los que han seguido el relato con fidelidad hasta aquí, ni tampoco la justifica ante sí misma.
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___Ella obró mal, lo reconoce aunque los grupos de feministas que dijeron apoyarla la contradecían. Pero quizá ya es demasiado tarde para hablar del asunto. Eso suponemos ahora por su actitud. El caso es que ya ni tiene caso detenerse en lo que ocurrió.
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___Si el rival del remitente desapareció sin dejar rastro fue por razones que ella no ha logrado dilucidar del todo. Lo que no le deja duda es que se equivocó con el tipo. Nosotros apenas alcanzamos a prometerle ayuda para aclarar las cosas, aunque de antemano nos sintamos impotentes. ¿Qué más da? Un poco de esperanza no le hace daño a nadie y la amistad no reconoce restricciones.
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___Aquí, la cosa se presenta como una alteridad incómoda. Nadie nos obliga a involucararnos en este enredo; ni el cariño de quienes la conocimos (y lo conocimos a él, aún sin considerar nuestra condición de investigadores involuntarios -porque eso es secundario moralmente hablando-), ni el deseo legítimo por desentrañar cómo opera en cada quién esa condición llamada "humana".
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___Poco antes de que estallara, unos segundos antes, dos o tres quizá, escuchó el timbre nuevamente. Era el repartidor de pizzas.
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___Todavía ahora no nos explicamos cómo puede contar esto el repartidor. Ni cómo pudo sobrevivir ella a semejante atrocidad.
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___fin..
___(Ya te imaginarás, querido lector, a qué hora encargó la pizza nuestra heroína).
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7 comentarios:
“La venganza es una pizza que se come fría”
Buen fin de semana
hola
ya por fin escribí algo en mi blog....saludos y nos vemos pronto
felices vacaciones
desde la habana. Solem
simpatiquísimo el comment que me dejaste...
eres único
Qué buena manera de destripar (en todos los sentidos) a los personajes.
Me gustó el cuentito. Me lo llevo puesto con extra salsa y extra queso.
Lirva ha estado leyendo puras cosas buenas: Primero Justin, de Durrell, La fábula del tiempo, de José Emilio Pacheco y ahora tu blog...fue un buen día.
Saludos****
Perversa manera de deshacerse de alguien...¿cómo se te ocurrió?
Saludos.
sórdido...
¿Cómo es que tu personaje pide a domino´s y no a pizza hut??? Por eso le pasan esas cosas... jejeje
besos!
amf
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