lunes, abril 09, 2007

LA AMBIGÜEDAD ES UN REFRIGERIO
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___He sostenido frente a mis amigos que la autobiografía siempre significa el arribo de una potencial nueva novela. Con sus diferencias de pompa y circunstancia, la novela es, pregúntenle a García Márquez, un cheque en blanco autobiográfico. Aunque esto no representa ninguna revelación, no me han tomado en serio. La mayoría se inclina por tomar nota de otras cosas que digo. Por ejemplo, absorben al pie de la letra mis consejos para chefs improvisados porque, lo han comprobado, les proporcionan excelentes resultados.
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___Así ocurrió, por ejemplo cuando, sin advertir sus alacances, señalé que la porción de la lechuga que no se utiliza debe envolverse en papel aluminio antes de guardarse en el refrigerador. El resultado, que sorprende a los amateurs de la cocina, es fascinante porque prolonga la frescura y tersura del vegetal de forma prodigiosa. Son cosas que deben experimentarlas para corroborar su utilidad.
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___No ha sido el caso de mis opiniones respecto a literatura, economía o deportes al aire libre, asuntos en los que mis oyentes tienden a desconfiar. Allá ellos. Cuando dije que Chac Mool, el multicelebrado cuento del joven Carlos Fuentes, era una mala parodia de los relatos contenidos en Los dioses en el exilio (o en el destierro, según la traducción que consigan) de Heinrich Heine, mis palabras se evaporaron como el alcohol.
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___Tips para guisar ajo sin que amargue los platillos (italianos o americanos); la forma óptima de conservar los residuos de los tomates (lo que queda por ejemplo cuando únicamente necesitas un par de rebanadas para tu sándwich); o el correcto uso del vinagre de módena para cierto guiso de costillas de cerdo, fueron asumidos, sin exagerar, como una biblia culinario por algunos de mis allegados. Muy contraria fue la actitud que podía leer en sus ojos cuando decía cosas como que toda lengua está condenada a desaparecer (incluyendo la lengua de res y el propio inglés).
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___Tontos. Suponen que poseo un método para cocinar, otro para bañar al perro, uno más para analizar poesía o narrativa y, finalmente, uno más para desaguar correctamente las ensaladas (que, por cierto, optimiza la absorción de condimentos y aderezos en los vegetales). Suelo sugerir que lean, llegado el caso, Siete clases de ambigüedad de William Empson a fin de contribuir a su sentido del gusto, y me toman por farsante.
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___Afortunadamente jamás me detengo a cuestionar sus modos fraccionados de pensar las cosas, quizá sea por eso que vienen a leer estas cosas que escribo.
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___¿Qué hora es?
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5 comentarios:

Unknown dijo...

Que significa esto? que te tomarian mas en serio en cosas de Literatura si fueras Chef de profesion?

Salvador.

Unknown dijo...

Por otra parte, gracias por los tips de cocina. HA!

Manuel dijo...

Ya me dio hambre… voy al refri ¿o mejor a buscar un libro?

Óscar David López dijo...

Son las 03:39 a.m (según Montegay).


Y qué amigos, eh!



Por mi parte opino más o menos igual. Nadie quiere novelas sino recetas. Y esas apenas en las telenovelas.


Abrazos,

Òudi-Ló

nacho dijo...

Metal, Manuel, Oscar Davi: gracias por venir a asomarse a esta sopa de letras... je. Otro abrazo.