LA NIÑA DE LOS TOMATES

Se presentó ayer la novela (nouvellette, dijo F. González) La niña de los tomates (2007, Instituto Sonorense de Cultura-Editorial Garabatos), última producción de Sergio Valenzuela en la que entrampa varios géneros para urdir su trama. Un desquiciado secuestra, ultraja y estrangula a una niña de siete años que se dedica a vender legumbres en una canasta por los rumbos del centro de la ciudad. Es el año de 1955. Los hechos son reales, documentados periodísticamente, pero la forma de contar la historia es culpabilidad de Sergio únicamente. La atrocidad estremece a la sociedad d conservadora de Hermosillo en la mitad del siglo XX. Tres años después, luego de la captura y juicio del violador asesino, se dicta sentencia: pena capital. La última ejecución en el estado de Sonora. 1957.

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__Este es el nudo de la novela de Valenzuela, un espejo donde vemos ahora cómo reaccionaban nuestros padres y abuelos frente al absurdo y la ignominia, fenómenos con los que hoy desayunamos.

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___Lo más prometedor: Sergio prepara una trilogía a partir de La niña de los tomates, crímenes sonados frente a una sociedad cuyos síntomas se niegan a evolucionar. Suena bien la promesa de Sergio.

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___La sala de la biblioteca de la Casa de la Cultura se llenó y fue la culminación de la celebración del Día Mundial del Libro. Escritores, estudiantes, maestros, críticos y funcionarios rondábamos la mesa del ambigú esperando la hora en que destaparan el vino de honor. No hubo tal. Sólo refrescos y, eso sí, deliciosas botanas. Por lo demás, nada que lamentar, buen ambiente y mejores semblantes de Gloria Barragán y Emilio Robles, corresponsables del encuentro de la tribu en torno a las letras y el texto.

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___En paz descansen Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilazo a quienes se les antojó morir el mismo día: 23 de abril de 1916.

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