ENFERMERO DE GUARDIA

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___Llegué al congreso de fetos interrumpidos ya tarde. No habría acudido de no ser por la orden del dirctor. El ambiente estaba caldeado y muchos fumaban en los pasillos pese a los avisos de "no fumar" que había por todos lados. Intenté entrevistar a un feto que tenía dos semanas de interrumpido pero no logré sacarle nada, parecía deprimido o molesto consigo mismo, no puedo precisarlo, pero su acompañante entrecerró los ojos en un gesto compasivo que entendí de inmediato. Había hermetismo. Caminé por el amplio pasillo que conduce al auditorio y en el inter comencé a sentir frío. Me topé con una reportera que buscaba la salida trastabillando. ¿Qué ocurre, te sientes bien? No respondió. Detrás de ella venía un camarógrafo, su rostro desencajado era evidente. Están los nonatos dando testimonios -dijo-, no te lo recomiendo. Continuó su camino hacia la salida y yo ignoré el comentario porque sabía que ellos trabajan para un diario que apoya al grupo Pro-natal.
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___Me sentía jaloneado por mis propias interrogantes, de modo que decidí continuar. Entré. Estaba oscuro y se proyectaba una película de Viruta y Capulina en blanco y negro, donde los cómicos se batían a pastelazos. Se escuchaban copiosas risas. Permanecí de pie recargado a la pared pues con la vislumbre alcancé a ver que no había lugares disponibles. Junto a mí se encontraba un médico. ¿Qué están viendo? -pregunté sotto voce. Me explicó que estaban alternando videos cómicos con los testimonios de los nonatos para aligerar las cosas. Junto a nosotros pasó uno de los diputados que propusieron legislar sobre gestación interrumpida y asuntos concomitantes, pude reconocerlo porque en ese momento iba encendiendo un cigarrillo.

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___Cuando terminó la película de Viruta y Capulina se encendieron las luces y se dio por terminada la sesión. Fue entonces que pude observar cómo los reporteros rodeaban al Feto Mayor para interrogarlo. Este hacía esfuerzos por respirar mientras sus acompañantes buscaban abrirle paso hacia la salida. Esperen el boletín, esperen el boletín, repetía contrariado. Lo sacaron por una puerta alterna donde decía "salida de evacuación".

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___Al salir del recinto observé que otros periodistas atosigaban al legislador con una lluvia de preguntas y de cámaras. La ley va a aprobarse, decía, hay consenso. Seguí de largo por el pasillo atestado de mujeres, médicos, fetos y fotógrafos. En el lobby había una exposición de cigotos in vitro y demostraciones de legrados con laser. Ahí mismo, alguien repartía folletos para una misa de feto presente a celebrarse al día siguiente. Tomé uno pero no me detuve. Afuera había manifestantes con pancartas alusivas al aborto, unos a favor, otros en contra. Coreaban consignas de forma ordenada y alterna, el clima era de inusual paz y tranquilidad.

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___Esa tarde, el congreso pospuso por tiempo indefinido la discusión de la Ley. Por mi parte, seguía sin entender qué demonios estaba ocurriendo. Me daba la impresión de estar soñando esa historia. Sin embargo, no soñaba, era que simplemente no deseaba que todo aquello fuera real. Decidí no seguir dándole vueltas al tema, me puse mi uniforme y marché al centro de salud mental, esa noche tenía guardia.

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