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SE CORONÓ EL PORTO

Luego de su victoria de 3-0 sobre el Mónaco, quienes dudaron de que el Porto podría repetir su condición de indiscutible en la Liga Europea de Campeones tendrán que revisar sus cánones y creencias futboleras. El Porto no es sino el reflejo de la combinación de velocidad, intercambio y relevo de funciones, planteamiento táctico versátil y destreza personal, sin duda los elementos básicos del futbol actual. El resultado: efectividad y belleza. Las figuras valen, pero la diferencia la hace el sudor, no los grandes nombres. La calidad tiende a homogenizarse: actualmente el jugador de primer nivel cuenta con una técnica individual depuradísima, puede desempeñarse como elemento polifuncional, comprende mejor el concepto del juego en equipo y asume de forma más teórica los planteamientos tácticos en turno. En esta circunstancia, la individualidad de alta escuela puede hacerse notar pero el peso del equipo recae sobre la actividad colectiva de 11.

El Valencia es otro ejemplo del dominio de los jugadores de un concepto fincado más en la fe al esquema táctico y a la combatibidad de sus hombres, que a la propaganda y a la danza de cifras astronómicas.