miércoles, junio 23, 2004

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SIN GAS

Hubiera podido seguir caminando hasta la gasolinera más cercana, pero las elevadísimas temperaturas me dan una weva terrible. La avenida es bella en esas horas de tráfico lento, así que opté por sentarme en la escalinata del museo, favorecido por la sombra que proporciona el elevado edificio. Muertas de sed, las mangas de mi camisa absorben el sudor de mi rostro y me dispongo a fumar un B&H mentolado mientras se decide lo conveniente. Levanto la cabeza y observo el flash electrónico informativo: mataron a periodista en Tijuana. Chin. Enseguida el porcentaje de bateo de Erubiel Durazo: .327, waw; luego una fanfarriesca declaración de Fox sobre el crecimiento de la economía nacional (puaj), y finalmente el anuncio de la famosa megamarcha contra la violencia, mmmh.

Demasiado para mi cerebro a punto de licuarse. He participado en marchas pero, la verdad, no creo en ellas. De hecho todo comenzó cuando interrumpí la marcha a la gasolinera, y ahora estoy ahí y tú estás conmigo pero no lo sabes aún porque no has leído esto. Ahí estamos, sudando y pensando en las motivaciones de la marcha contra la violencia, mientras la violencia se desborda.

Alguien detuvo su auto frente a mí y me hizo señas (vente, vamos, te digo). Saludé y pedí aventón. Cómo estás, me quedé sin gota (él no se percata de que tu estás conmigo porque tampoco ha leído esto). Vamos te llevo. Órale, se agradece. 6.14 el litro de gasolina verde, la roja anda por encima de los 7 pesos. Verde, pues. Un galón compa. Regreso al sitio del desastre: mi auto a punto de la deshidratación se bebió el galón de un sólo trago. Gracias, nos vemos. Saludos a la socia. Tosió un par de veces y arrancó. Vuelvo a pasar por el flash: ya encontraron el cadáver del coreano decapitado. Bueno, ¿qué pasa? Nada, las cosas andan mal, te digo y tu permaneces en silencio porque apenas te estás enterando de que estás aquí. Ese galón tiene que durar el resto de la tarde. Las buenas noticias también son noticias, dijo Fox. ¿Vivimos el mediodía del pesimismo?. Ahora estás tú solo porque yo ya me fui de aquí.

p.d. Como no tengo acceso al correo electrónico, este cuentecillo no irá al concurso que se ha convocado en la blogósfera. Bueno, de todas maneras excede de 300 palabras. Sin embargo, hay que considerar que esas 65 palabras de excedente son las que hicieron posible que tú estuvieras ahí.

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