martes, junio 29, 2004

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MANIFESTACION Y REVOLUCIÓN

Cuesta arriba la tienen los precandidatos presidenciales luego de la manifestación antiviolencia de la Ciudad de México en la que Fox no pudo evitar el chipote y menos sacar ventaja. López Obrador tiene que rodearse de asesores con sentido común, a fin de evadir el callejón paranoico en el que se ha metido. Mejor librados salen aquellos precandidatos que no opinaron nada.

Las cosas ahí están. La falta de acuerdos políticos, la ausencia programática y el déficit de liderazgo comenzará a gestar movilizaciones y comportamientos sociales inéditos. Si las autoridades no reaccionan ante la movilización, pronto comenzaremos a ver linchamientos en las calles y a ciudadanos tomando la justicia en sus manos.

Ayer detuvieron en un retén del norte de Sonora a un agente del Ministerio Público que viajaba por ser transferido a Baja California. Llevaba 17 kilos de cocaína debajo del asiento trasero (lo que es no tener ingenio). Qué pues, donde está el enemigo.

La indignación sale ya hasta por las alcantarillas, pero es cierto, mucha gente tiene hambre, pasa hambres y ya no cree en nada. El hambre, especialmente cuando se hace costumbre, engendra malos pensamientos y lleva a muchos a delinquir. Las desigualdades abismales engendran envidia y soberbia, el desenlace es oprobio y turbulencia, odio y rencor social.
Luego de la victoria electoral de Fox en el 2000, la gente ha empezado a desconfiar de las elecciones. El voto en ocasiones es una pistola que se nos dispara.


Ya, gobiernos, olvídense de estadísticas y cuentas alegres y tengan presente que están siendo rebasados. Nosotros ya lo sabemos: cuando un pueblo rebasa a su gobierno entra en una espiral revolucionaria. Habrá que ver de qué calibre es esta revolución. Ahora la cosa es que los medios (es decir, Televisa y TV Azteca) quieren aparecer del lado de los ciudanos ofendidos para apuntalar su rating y mantener su cuota negociada de poder. Da risa ver a intelenguales como Monsiváis y Aguilar Camín haciéndose los que la virgen les habla. Pataditas al pesebre no, por favor, no sean trompudos.

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