domingo, diciembre 12, 2004

¡¡¡¡GOOOOOYA... UNIVERSIDAD!!!!
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Vi el partido Monterrey-UNAM en casa de mi hermano quien se hacía acompañar por un 12 de bud-light más frío que la porra regiomontana. Llegué cuando iba el minuto 4 de juego y pensé que estaba nevando en Monterrey pero no era eso, la cosa es, ante la falta de cable, veía el partido a través de un canal comercial y la imagen dejaba que desear. Eso, sin embargo, no impedía ver el rostro del nerviosismo de la mayoría de los aficionados locales que presentían el desenlace; muchos comenzaron a llorar en el minuto 30 del segundo tiempo, otros simplemente se empezaban a marchar del estadio.
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No negarán que Miguel Herrera le da un aire a un personaje del viejo comic La Pequeña Lulú, se trata de Tacón, el grandulón maloso que hacía pasar malos ratos a Tobi. Y como Tacón, de pelo lacio partido a la mitad, Herrera no pudo redondear su rol en esta historieta llamada torneos cortos del futbol mexicano. Hacerle la faena en la Sultana a Hugo Sánchez ni fácil, ni era imposible.
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Aunque Pumas ganó con un marcador global inobjetable, no se puede negar que Monterrey tuvo oportunidad de cambiar el destino en varias ocasiones. Lo impidieron el marco y la pésima tarde que tuvo el Guille Franco a quien su devoción religiosa no pudo ayudarlo esta vez (no se puede abusar de las deidades en sábado, su día de asueto). El cuadro universitario planteó un esquema de refuerzo en el medio campo: una poco disfrazada táctica defensiva que prefiguraba un 0-0. De hecho, el gol universitario sorprendió a todos, incluso al propio Kikín Fonseca, su autor; el tiro no llevaba más chanfle que el de la suerte, pero es necio decir que todos los goles valen.
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No gané ninguna apuesta pues todo mundo le íbamos a los Pumas, así que no había más que celebrar que Hugo Sánchez nació con estrella. Por cierto, llaman a risa los reporteros que llaman "Macho" a Hugo en las entrevistas buscando su atención. El mote se lo colgaron en España después de dos temporadas de cargar con otro sobrenombre de elevada carga ideológica: "indio". Hugo tuvo la voluntad para alcanzar ciegamente un objetivo que quizá jamás hubiera conseguido en México. El problema en nuestro país es que la cultura no permite ver con optimismo triunfar a un paisano y somos capaces de sacar los peores gestos de rapacidad y envidida antes que reconocer el mérito del otro. That is the question.
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El editor de La afición señalaba que a Hugo Sánchez lo puedes amar u odiar, pero jamás ignorarlo. Supongo que los regiomontanos querrían tenerlo como técnico e alguno de sus equipos. Quien sabe.

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