jueves, febrero 05, 2004

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EL REDONDEO

Hoy fui a Ley a comprar focos, compré de los dos tipos: los soft, que echan una lucecita como para que visites al oculista cada bimestre, y los de luz difusa, los transparentes, que parecen hechos para que confieses. La cajera me dijo que si quería entrar al redondeo. Le dije que no, que andaba muy cansado. Son 20 centavos, me dijo... me quedé pensando, para la educación, remató. No, en serio, respondí, otro día será. Se encongió de hombros y siguió con su cantaleta: "buenas noches, encontró todo lo que buscaba". Uta, dije, nooo!, a wevo que no... Lo que andaba buscando son los libros de 19.90 que vi el domingo y que varios blogueros andaban recomendando, y de los cuales ya no quedan mas que rezagos que nadie desea. Cuando llegué a mi casa me estaba esperando el contador, un camarada que hace como que presenta mis impuestos y que ha subido unos 18 kilos en seis meses. ¿Qué paso, le pregunté, ya entraste al redondeo? Se rió a todo lo ancho de su redonda masa, con unos ojos como los del felino Fritz, je.

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