viernes, marzo 05, 2004

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SE NUBLA EL SOL AZTECA

Una semana después de que la campaña en favor de la liberación de Gerardo Sifuentes y Epigmenio León alcanzara su punto más álgido desde el punto de vista del impacto en los medios, estalló uno de los escándalos políticos más sonados en la historia reciente. Algunos de los operadores políticos-financieros del jefe del gobierno del DF han resultado ser tanto o más corruptos que los políticos del México del siglo XX, esos que ya nos tenían hasta el gorro.

Marcelo Ebrard, encargado de la seguridad de la Ciudad de México, se ha visto obligado a proclamar la inocencia de Andrés Manuel López Obrador y enfrentar las complicaciones que sugieren los escándalos, lo que seguramente distraerá su atención y pondrá el caso Sifuentes-León en un segundo plano, toda vez que él había tomado cartas en este asunto. Es de dudarse que AMLO haya sido ajeno a las maniobras del empresario mañoso Carlos Ahumada para agenciarse jugosos contratos con diversas dependencias del gobierno capitalino a cambio de apoyar las campañas electorales de la mitad de los candidatos delegacionales del PRD. Tampoco se puede negar que Ahumada represente una herencia de la administración de Rosario Robles, lo que también pone en duda su gestión. Pero es de dudarse que René Bejarano y Gustavo Ponce hayan venido actuando a espaldas de la dirigencia política y burocrática que gobierna la capital.

Es posible que Gobernación y otras entidades políticas estén empeñados en emporcar la imagen de López Obrador, pero no se puede ignorar que el tabasqueño tiene el acelerador hasta el fondo en su campaña preelectoral. Es posible que fuerzas ejenas –y otras no tan ajenas- al PRD traten de frenar la campaña obradorcita, sin embargo, no puede ocultarse el hecho de que algunos políticos del llamado "primer círculo" gubernamental del perredismo capitalino han aprendido las malas mañas del sistema, lo que genera una gran desconfianza en el electorado.

No concluye aún el affair del "niño verde" cuando truena el escándalo que ahora nubla el panorama del resplandeciente sol azteca. Creo que hay un espacio increíblemente aprovechable para redoblar la campaña por la liberación de Sifuentes y León. Sus amigos y familiares cercanos nos dirán qué hacer para que el apoyo no se enfríe.

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