viernes, octubre 15, 2004

BIENVENIDO AL REINO DE NUNCA JAMÁS

Leo el intresante post de Bruno Ruiz del 14 de octubre. Coincido ampliamente con lo que afirma ahí. En efecto, todos los blogs son joyas mentales en tanto que revelan más de lo que sus propios autores imaginan. Leer blogs no es un desperdicio de tiempo por una sola razón: leer no es una actividad pasiva, leer es activismo puro: la realidad se ve afectada por el hecho de que una persona lea. No interesa si lee una historieta de bob esponja, una novedad de Niurka (esa muchacha cuyas tetas crecen mientras más se aleja de su patria) o de yugui-o. Cualquier cosa que la gente lea es el ejercicio de un grupo humano recreando su capacidad para armar imaginarios. Esta condición no le es afín a ninguna otra especie (no menosprecies si tu mamá ve telenovelas por la tarde o lee Atalaya los domingos). Los imaginarios son moldes que tienden a estandarizarse, son formas de concebir la realidad, formas ficciosas de concebir la realidad. En ese sentido coincido con Bruno al señalar que "opinar" es narrar una ficción (simplemente "pensar" es una ficción). La comprensión de este hecho lleva a otro plano la definición de "ficción", asunto que no interesa por el momento.

No es menor esta cuestión, aunque Bruno no completó el desarrollo de esa idea crucial que se le ocurrió. Si una persona tiene a su disposición conexión a internet (PC incluided) y se siente compelido a escribir (hecho que se ha mistificado y que los serviles y burócratas de la República de las Letras atribuyen a ciertos iluminati que poseen "una voz interior"), oye, pues ese individuo no hace sino reproducir la experiencia pueril pero legítima que proporciona saltar por primera vez sobre un brinca-brinca. ¡Una experiencia para recordar y repetir!

Chingado, ¡a toda madre! ¡Qué bueno que la gente se sienta con ganas de respirar nuevos aires! Que se sienta capaz de realizar joyas mentales que sean legibles para otros. ("Bloguero novato, bienvenido al mundo de los sueños, pensamos que permanecerías en un grado de idiotez total, apartado del mundo de las letras, de entrada te decimos lo siguiente: no tienes que dominar las 29 letras del alfabeto castellano, sin la k y la w puedes escribir grandes cosas; sobre la puntuación luego hablamos").

Bienvenido, en serio. Chismea si quieres. Eres libre. Di lo que quieras, cuéntanos tus peores pesadillas y tus ignorancias. Si odias a tus padres, bueno, ni modo, podemos entenderte. Equivócate y demuéstranos si tienes saña contra la ortografía (ahí veremos hasta donde puedes llegar, es tu sentido del humor lo que está a prueba). Atrévete, somos una gran mesa redonda donde alguien te va a leer. Si está hablando en serio, si eres genuino, date por leído aunque tu idea de genuidad sea ingenua. Si alguien te linkea será tan trascendental como si nunca te hubieras acercado a internet. Así que no tienes nada que perder. Dános tu expectativa de verdad, hay un gran sentimiento de verdad en escribir, esa curiosa actividad que ya empezaba a olvidarse. ¿Quieres ser alguien?, bienvenido. Bienvenido al limbo, aquí nadie es nadie.

La blogósfera es terra incógnita, aunque algunos se dan el lujo de fingir que la archivaron en el mare nostrum de sus lastres centralistas. En efecto, somos una colección de barcos en la noche enmedio de una tormenta que apenas comineza.

Lo hemos dicho antes, narrar no es un atributo artificial. Es una característica de la especie. ¡Todos narran!: tu mamá, tu pareja, los políticamente correctos, la vecina, los López Dóriga, tu maestro. Todos ponemos en juego la ficción, porque narrar es hacer ficción de la realidad. Al comentar (y peor aún al hacer "ensayo") no hacemos sino poner en juego nuestra capacidad de mentir, de ficcionar, de anteponer nuestro "punto de vista" sobre la realidad.

Los imaginarios de los escritores que conocemos son una extensión de la realidad que suponen y sus textos obedecen a ese imaginario (luego hacen negocio de su oficio y dejan a las vanguardias en ridículo). Pero la realidad es maquiavélica y, antes de lo que uno espera, surgirá otro tipo de narrador, uno menos vulnerable a las regalías y la fama. Uno que no ganará nada por escribir. Uno al que el ciudadano común se sentirá más cercano. Ya veremos de qué están hechos sus nuevos dioses.

4 comentarios:

Luis Ricardo dijo...

Una cosa más. El blog acabará con los talleres literarios. Pueden leer tu texto y comentarlo varias personas en tiempo real o al paso de los días. En diferentes ciudades y especialistas de muchas disciplinas.

ZM dijo...

Además de todo lo antes dicho -y bien dicho-, agregaría que el blog le ofrece a quien le utiliza, la posibilidad de desarrollar ese personaje ficticio que siempre se quiso ser. El blog abre la puerta a nuestra imaginación y la nutre de manera constante e incluso la hace que se mantenga en constante retroalimentación. Vaya, vivimos en una especie de Matrix, sin darnos cuenta el destino nos está alcanzando.

Mary Carmen San Vicente dijo...

Vaya Hump, muy interesante post. Perder el miedo e intentarlo es fácil, cualquiera lo puede hacer, encontrar el hilo de una buena ficción cotidiana...ahí está el detalle.
Un abrazo con cariño,
Mary Carmen

Erika Mergruen dijo...

Los nuevos dioses serán de carnita y hueso, como debiesen ser. Me ha gustado harto el post. ¿Ve porque es patriarca? :p