viernes, octubre 29, 2004

EL METADISCURSO COMO RECURSO MATERNO

Aprovechando el espíritu plural y la cortesía que este blog suele brindar los viernes, un intruso destapó la cloaca de su imaginería para tratar de aleccionarnos en materia de escritura, crítica y metadiscurso. Esto no tendría mayor relevancia, excepto por el hecho de que utiliza figuras literarias plagiadas de una novela en gestación que los patrocinadores de esta desolada página llevan a la mitad. La novela tiene como eje central el desnudismo y el efecto dramático que producen en las sociedades occidentales la presencia de encantadores de serpientes y otros símbolos emblemáticos de culturas diferentes.
La protesta viene al caso por una sencilla razón: de metadiscurso el intruso no sabe nada. Es más, puedo afirmar que hasta mi madre tenía mejor manejo del metadiscurso. Mi madre, por ejemplo, solía utilizar lo que en la gramática moderna se considerarían oraciones simples, pero lo hacía con tal contundencia que mis hermanos y yo interpretábamos aquello como una evocación de tormentos de la Santa Inquisición que hoy condena la propia Iglesia. Había antecedentes inequívocos que avalaban nuestras especulaciones. Por fortuna o por desgracia, la gramática moderna no se ha detenido a analizar los significados de las oraciones simples de mi mamá, quizá porque las considerara anacrónicas.
A mí la cosa de la moda no me interesa y, es más, comencé a detestarla en el Mundial de Futbol Argentina 78, cuando los jugadores salían a la cancha enfundados en una incómoda modalidad de hot-pants (el colmo: también los árbitros). Esta óptica me ha permitido analizar asuntos del pasado sin prejuicios temporales. Por eso puedo percibir, con un grado de seguridad semejante al que manifestó la socia cuando frente al altar dijo "tsí", detalles tan singulares como el lenguaje que utilizaba Lope de Vega para echar de la madre sin metáforas. Esta perspectiva, pues, me ha permitido cierto conocimiento en la evolución del metadiscurso desde los orígenes de la lengua castellana hasta llegar a los creadores de la narratología contemporánea, una ciencia más útil sin duda que los sanitarios móviles.
Todo texto encierra un metadiscurso, incluso éste que parece un laberinto mal hecho. Pero he querido aclarar el punto con el propósito de echar por tierra lo que tan alegremente se afirma en el post anterior. Consulta tu horóscopo, tú tendrás una mejor opinión al respecto.

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