domingo, junio 26, 2005

ENVIDIAS

Cuando supimos que había obtenido el pase para irse a Madrid, la serpiente de la envidia se enroscó entre mis pies y ni mi hermano sabía cómo reaccionar ante el suceso (el del viaje, no el de la serpiente). Ella es empeñosa y sabe cómo maniobrar para mantener reluciente su formación académica y profesional pese a sus veinte años de servicio. Hace unos ocho años obtuvo la distinción de maestra distinguida en la entidad y hasta fue a Los Pinos a recibir un reconocimiento, ahora se va a España y nos abandona enmedio de un infierno de 45 grados. Felicidades Aracely, ve haciendo surco, ya te seguiremos algún día.

1 comentario:

Manuel dijo...

¡Lo diras de broma... lo diras de broma!
Que envidia