miércoles, junio 29, 2005

ROMAIN ROLLAND O CÓMO MATAR SIN PIEDAD AL RIVAL

___En su elocuente biografía sobre Miguel Angel Buonarrotti, Romain Rolland, premio nobel de literatura 1906, describió con una sencilla alegoría el carácter del pintor. Transcribo:
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___"Hay en el Muzeo Nazionale de Florencia una estatua de mármol que Miguel Ángel llamaba el Vencedor.
___"Es un joven desnudo, de cuerpo hermoso y con los cabellos en bucles sobre la frente. De pie y erguido, apoya la rodilla sobre la espalda de un prisionero barbudo que estira la cabeza hacia adelante, como un buey. Pero el vencedor no lo mira. En el instante de ir a lanzar el golpe, se detiene, con expresión de tristeza en la boca y con los ojos indecisos. Su brazo se repliega hacia el hombro. Se echa para atrás; ya no quiere la victoria, como si le repugnara: Ha vencido y está vencido.
___"Esta imagen de la Duda heroica, esta Victoria con las alas rotas, que de todas la obras de Miguel Ángel fue la única que permaneció hasta la muerte del artista en su taller de Florencia, y con la cual el confidente de sus pensamientos, Daniel de Volterre, quería decorar su catafalco, es el mismo Miguel Ángel y el símbolo de toda su vida".
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___Imaginarán a donde voy: al partido México-Argentina, ese donde, teniendo en las manos la victoria ganada a pulso, se deja escapar como un sueño recurrente e inaprehensible.
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___Aún con los agudos problemas de ácido úrico que aquejan mi tobillo izquierdo, sería incapaz de lanzar un penal tan deficientemente como el que tiró Osorio el domingo, el sexto de la tarde, el definitivo. No lo culpo, porque si le hubieran dicho por donde tirarlo (alguien con cierta autoridad y hablándole con voz firme como la de Irma Serrano), habría acertado sin lugar a dudas. Pero si de culpas se trata, peor la cargaría el talentoso Osvaldo Sánchez que, a la hora de la pena máxima no pára ni un camión urbano en el Parque Agua Azul de Guadalajara. Ah que mi amigo, hubiera parado uno por lo menos.
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___La táctica de Tomaszewski y otros porteros polacos de épocas empolvadas de tiempo era muy simple: en tandas de tres penales, el portero se lanza para el mismo lado; en caso de tandas de cinco penales, se lanza cuatro veces para el mismo lado y una para el contrario en el orden que guste. Esa táctica funciona y si no me creen chequen los videos de mundiales, eurocopas, Libertadores y torneos nacionales.
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___Sr. Lavolpe, si hay oportunidad de cambiar de portero un par de minutos antes de que finalice el tiempo extra, mande a la batalla al portero más malo que tenga en la banca y dele indicaciones precisas: "vienen los penales, ataja siempre a la derecha, hazlo así y asá". Le aseguro que ganamos. O dígale a Osorio: "Ese porterito gaucho vale gorro, tírele pegado al palo izquierdo, o métalo en el ángulo derecho". Oye, son profesionales, hagan caso nomás. No hay mucha sicología en esto, simplemente es lineamiento táctico, ordenanzas regulares que los jugadores deben acatar sin mayor ventisca.
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___Aclaro que mi "Teoría para lanzar penales contra porteros zurdos" no es simplemente un menú de consejos para tocar el balón o engañar al arquero. No, es también una guía para que los porteros desarrollen un plan defensivo frente a la ventaja inminente del tirador y que de paso entiendan el abc del análisis literario (funcionará, se los garantizo). Lo repito, mientras siga haciendo caso omiso a las opiniones que aquí se han venido virtiendo con regularidad en torno al almizcle rancio de los penales fallidos, tendremos el "ya merito" como cadena perpetua.
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___Del partido México-Argentina no deseo abundar. Cuando el adversario juega como cerdo enardecido, lleno de lodo y mierda, golpeando iracundo y sabedor de que ablandará el espíritu del rival, hay que llevarlo al quicio de la desesperación, al precipicio de su propia impotencia. No se trata de responder con golpes a la violencia, se trata de exhibirlos con toque delicado, con retención de la pelota y con fe infranqueable en la táctica del entrenador. A la desesperación del rival hay que salirle al paso con inteligencia y rematarlo sin piedad para que ya no se levante.
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___Hay que aprender a matar antes de que Romain Rolland decida escribir la historia de la Selección nacional.
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3 comentarios:

fenririel dijo...

Es muy difícil tirar un penal cuando estás pensando en qué va a pasar si lo fallas. Dices que son profesionales. Es cierto. No recuerdo dónde escuché la historia de que en 1994, previo al partido con Bulgaria, se practicaron tiros penales, poniendo como único objetivo la esquina superior derecha o izquierda, misma que fue anotada con maestría en todas las ocasiones por Jorge Rodríguez, mismo que al día siguiente falló con un churro raso apenas a un costado del portero búlgaro.

Es claro que no se trata de no saber pegarle a la pelota, sino de concentrarse en el momento, y no en las repercusiones. Eso le toca únicamente a los espectadores.

Y sí, me pudre la técnica de Oswaldo, quien parece refugiarse en la peor mentira del oficio de ser arquero - yo misma fui portera de mi equipo en la escuela :P -, y es que todos creen que el portero es una víctima, y que si logra parar un penalty ha logrado más de lo que se esperaba de él.

Caray, ¡se tira a lo menso! Pero creo que la técnica que mencionas funcionaría mejor si la combinaras con la de aguantar al último instante, y lanzarse hasta ver sobre qué costado se apoya el tirador. Esta es muy efectiva con tiradores de sangre fría como los europeos. De cualquier forma, un penalty bien tirado solo lo para quien tenga estatura y resorte al mismo tiempo - y Goicoechea, con todo y que era un portero medianón, los tenía y mira, era el "parapenales".

nacho dijo...

Tienes razón... ahora estamos en mejor situación que en 94, creo, y podemos aspirar a más... de alguna manera hemos evolucionado pero falta ese pequeño extra compuesto de muchos pequeños factores.
Gracias por visitar.

Pablo Aldaco dijo...

Romain Rolland también es el creador del concepto "sentimiento oceánico", aunque no venga mucho al caso, cuestionado tanto por Freud. Saludos.