viernes, agosto 12, 2005

A LA MENOR PROVOCACIÓN
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Ella era catorce años menor y eso justificaba de alguna manera que él considerara carente de importancia que ella le hablara de usted en todo momento, incluso en los momentos más íntimos. Compartían una poderosa atracción carnal y eso era lo más importante para ambos. No buscaban fingir empatías intelectuales o coincidencias de carácter y jamás discutían sobre temas que rebsaran su entorno más inmediato. En ocasiones él solía hablar con cierta ceremonia y podía referirse a ella también de usted pero eso era ocasional. Después de mucho tiempo de tratarla, ella se preguntaba si aquel tipo de relación era más común de lo que la gente podría esperar, pero el asunto no era algo que deseara llevar más allá de esa pregunta preliminar. Sexualmente atendían a un signo elemental: sus alientos, sus arrobamientos, sus ritmos y sus estallidos obedecían un código primitivo y poderoso que los subyugaba a la menor provocación.
Luego de tres años su relación fue abruptamente disuelta por las circunstancias, sin embargo, la ruptura no causó en ellos nada insalvable y asumieron el alejamiento como un presagio que se cumplía. No podríamos diferenciar su despedida de la de aquellas personas a quienes la fortuna reune inesperadamente y se prestan auxilio en circunstancias imprevistas para luego no volverse a ver jamás.
Se marchó de la ciudad al concluir su doctorado. Llovía la tarde en que se embarcó al aeropuerto y él le llevó un impermeable de plástico que ella desecharía antes de entrar a la sala de vuelos nacionales.
Veinte años después él seguía preguntándose por qué ella le hablaba de usted.
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7 comentarios:

El Chukustako Tiroleiro (¡ajua!) dijo...

Aguantese. No chille. Nomas Acuerdese.

Saludisimos bloggart, no comento todos
los posts porque escribes demasiado rapido y demasiado bien y me da pena decir puras burradas. Pero si reitero mi mayor admiracion por cada uno de ellos. Este es un rincon indispensable del ciberespacio.

Manuel dijo...

Pues le hablaba de usted por respeto al resp¡to.
Muy buen post......

nacho dijo...

Gracias por comentar. Chukustako me ruboriza el comentario, gracias. Manuel: por respeto al respito, jajajaja.

arboltsef dijo...

Este me gustó bastante.

Un saludo.

Magda Díaz Morales dijo...

Si veinte años después él seguía preguntándose por qué ella le hablaba de usted, se puede comprender fácilmente por qué ella lo desechó antes de entrar a la sala de vuelos nacionales.

Muchos saludos, me gustó mucho.

Magda Díaz Morales dijo...

el impermeable, me faltó poner.

edilberto aldan dijo...

La más de las veces puedo resistir la tentación del tallereo... hoy es uno de esos días, así que sólo voy a escribir: gracias.
Siempre leo con gusto todos sus comentarios, pero disfruto más cuando tienden a este tipo de escritos.