jueves, enero 20, 2005

SÚBETE A MI MOTO
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Conforme se acerca el fin de semana, siento que se me seca el cerebro y no descarto el día en que se anuncie que soy anencefálico (ese día no estaré en condiciones de confirmar ni negar la información). El inicio del semestre parece carrera de 1/4 de milla en la que compito en un scooter. Estoy desempolvando los libros del Siglo de Oro español que la intuición me ha llevado a coleccionar en las últimas décadas y me doy cuenta de que he leído mucho menos de lo que suponía y mucho más de lo que puedo recordar.
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En lo tocante a la materia de Teoría Literaria II, estamos entrando en los laberínticos terrenos del estructuralismo. Curioso que algunos de los estructuralistas más cancheros han salido huyendo de esa corriente antes de que termine el partido. (Mamá, ¿qué será lo que tiene el negro?).
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Español Superior III, se imaginarán, se presenta como el coco del semestre, aunque la nueva maestra inspira bastante. En Taller de Composición II, hice como ejercicio una estrofa de decasílabos con rima pareada que salió como de escuela primaria. Dice:
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Los caracoles en los jardines
buscan sustento por donde pueden
cuando no encuentran en sus confines
se van hurgando por las paredes.
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("Guau, Humphrey, estás listo para hacer recitaciones sobre el 14 de febrero". -Deja que te cuente acerca de las interpretaciones sicosexuales que hicieron algunos malandros del salón sobre estos versillos-).
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Dado que ya ha comenzado la cuenta regresiva para acudir al Festival Cultural de Álamos, dejo pendiente para la próxima semana un post sobre los avatares de la blogósfera (corregido y aumentado), donde retomaré un buen cotorreo que llevamos con el camarada Alberto Chimal y otros blogueros.

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