viernes, julio 08, 2005

NADA PERSONAL
.
___Siempre habrá cosas que me sorprenden. Ayer, por ejemplo, llamé por teléfono a un amigo que no he visto en meses y me encontré un misterioso mensaje en su contestadora:
.
___Deja tu mensaje y no vuelvas a llamar. Mi vida está cambiando y no quiero saber nada del pasado. No es nada personal.
.
___Era su voz, pude reconocerlo aunque el tono me pareció tamizado de una mezcla de enojo y tristeza. Contrariado, decidí no dejar ningún mensaje. Nos conocimos en la preparatoria gracias a que su hermana era amiga de una chava con la que estuve saliendo (y entrando) algún tiempo. Un día fuimos a casa de Magui, la amiga, a revisar unos trabajos; yo, que no tenía esa mortificación escolar, me entretuve pateando un balón con un par de cuates que jugaban a meter el balón en una canasta de básquetbol enfrente de la casa. Uno de ellos era Braulio. Así nos conocimos. Faltaban pocos días para las vacaciones de navidad, hacía frío y Braulio jugaba sin camiseta. En uno de los intentos, levantó el balón y cabeceó metiéndolo en la canasta, luego, en señal de triunfo, se paró de manos. Sobre su espalda desnuda, encima del omóplato derecho podía observarse un pequeño tatuaje que decía Pink Floyd mortem est. Luego supe que era hermano de Magui y que estudiaba agronomía.
.
___Cuando mi chava se fue a estudiar a Arizona, nuestra relación se convirtió en un cascarón, sin embargo, mantuve la amistad de Magui y conocí más estrechamente a Braulio. La mutua afición por el futbol y los veranos de cerveza terminaron por convertirnos en inseparables. Vagamos por bares oscuros y estadios iluminados, estuvimos en hospitales repararando tobillos rotos y pasábamos horas en la biblioteca. Mochila, amigas y cintas de música, nos acompañaron infinidad de veces a playas inhóspitas donde llegaban de alguna manera bebidas y yerbas de olor; tirados bocarriba sobre la arena, comprobamos que las estrellas no se pueden contar y que las gaviotas se comen tus alimentos si despiertas tarde. Un día lanzamos unas botellas al mar con unos poemas que hicimos al vuelo, pero las botellas se resistían a zarpar y volvían una y otra vez a la playa. Así de malos serían aquellos poemas.
.
___No contaré la historia de las partidas, los alejamientos y los olvidos de los últimos veinte años. Hoy por la mañana hablé vía telefónica con Magui que vive ahora en Los Angeles. Braulio está hospitalizado en aquella ciudad, enredado en la fase terminal de una enfermedad que no se atrevió a pronunciar. No quiere hablar con nadie, me dijo con una suavidad tajante. Está bien, entiendo y lo lamento.
.
___Colgué el teléfono. Me di cuenta de que se acabó el café y, no sé por qué, se me vino a la memoria el tatuaje de Pink Floyd que tenía Braulio en su omóplato derecho, mortem est, decía. Nada personal.
.

4 comentarios:

ZM dijo...

Tomaste la decisión correcta maestro, en estos casos, el mejor mensaje a dejar en la contestadora, es el silencio.
Un abrazo.

ZM

V dijo...

:(

nacho dijo...

Gracias por los comments, Es una minifix, no lo tomen a pechhh. Je. Por cierto, Braulio murió anoche.

Julio dijo...

Menos mal que es minifix. Cuando la leí no supe qué decirle, mi buen. Saludos y salud.