sábado, febrero 15, 2003

CUANDO SE HUNDIO EL CALYPSO

Antier les conté algunos pormenores de la presentación del libro de Francisco Alcaraz en Beautyfulville, pero hay una anécdota que no quiero que se me pase.

Al término de la presentación, Fernando X, el cellista con cicatrices de alcohol en su rostro, luego de haber interpretado a Albinoni, se acercó a la mesa donde Francisco empuñaba la pluma dedicando algunos ejemplares de su Musa Enferma. El músico hablaba de varias cosas con la mirada semiperdida y sin importarle si le poníamos o no atención. Habló de sus experiencias con el cello y del impacto que le causaban los poetas. Alcaraz no dejaba de escribir. No sé cómo salió el tema, pero el cellista comenzó a hablar de su admiración por Jaques Costeau y comentó que el día que el Calypso se hundió frente a las costas de la India, no había podido contener las lágrimas. Enseguida narró a boca de jarro que al cuando nació su hija, fué atendida por un médico hindú, casualmente originario de la región costera donde se había hundido la nave de Costeau. Ese médico le dijo, fuera de la sala de partos, que su hija había nacido con tres malformaciones cardíacas y con Síndrome de Down. Cuando Fernando notó que mi expresión cambiaba por la crudeza de su relato, simplemente dijo: "no hay problema, son cosas que manda Dios".

Me quedé pensando en la diversidad de razones por las que la gente se aficiona al alcohol.

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