viernes, febrero 21, 2003

SOBRE TRADUCCIONES, POESÍA Y GÉNEROS

Advertencia: A quienes disgustan los posts largos y enfadosos, favor de brincar éste. Críticos literarios, favor de continuar leyendo.

Nunca dije que la poesía en verso, rimado o no, fuese la única forma poética legítima. Sí afirmé que las formas "clásicas" de versificación son especies en extinción y que deberían "enseñarse y ensayarse" (agrego ahora: desde la primaria) especialmente a y por aquellos que aspiran a ser poetas, o bien, por quienes se declaran a sí mismos poetas sin mediar mayor formulismo que haber sido publicados en algún ejemplar de Tierra Adentro o pasquines similares. Hasta donde alcanza mi limitado conocimiento, el título de "poeta" no es otorgado por ninguna universidad mexicana.

Por ello coincido en buena medida con el decálogo del poeta que publicó días atrás CAS, aunque desde luego recomendaría a Góngora con algunas reservas (que explicaré otro día) y agregaría de cajón a Boscán, a Garcilaso (my favorite indocumented) y, chingada madre, como que no, al cabrón vago de Lope de Vega. De Lope: TODO, mis queridos amigos poetas, léanselo todo, si pueden; tomen al azar unas 20 obras de teatro o vayan a verlas en escena si encuentran alguna compañía desnaturalizada que trabaje teatro español clásico (como por ejemplo lo ha hecho y muy bien la del enigmático y gentil sinaloense Ángel Norzagaray en Mexicali), no van a encontrar las profundidades de Shakespeare pero se van a reir un chingo; también agreguen la poesía lírica, la religiosa que está bien gruesa, y la poesía narrativa como La Gragontea o Jerusalén Conquistada, confeccionadas en endecasílabos que, luego de leerlos, hacen ver a Piedra de Sol y otros intentos estilísticos similares como balbuceos secundarianos. (Por cierto, para los buscadores de genealogías en la poesía de Paz, revisen la poesía narrativa de Lope, ahí van a encontrar ciertas claves escriturales y auditivas -digo, si quieren, para que luego no me anden diciendo bobo-).

Por mi parte, la inmensa mayoría de la poesía escrita en lengua diferente de la castellana que conozco, aún aquella que fue escrita en verso rimado en su idioma original, la he disfrutado gracias a la labor de los traductores que las más de las veces presentan sus traducciones "en greña", generalmente poco apegadas a su forma original. Quiero decir, pues, que esa poesía no la he conocido en verso rimado. (HB, tienes que aclarar que la rimbombancia de la frase "la inmensa mayoría de la poesía...." no significa que hayas leído una cantidad voluminosa de textos. -Como jodes, pero es verdad, lo aclaro-).

Esto me ha llevado a discernir sobre la paradoja que representa la traducción de textos poéticos. Esa tarea se enfrenta a un problema nada fácil: Llevar a un idioma ajeno las ideas metafóricas del poeta buscando, al mismo tiempo, una proximación legítima a la forma original del poema. En ocasiones encuentro que la intención del traductor es la de transmitir la idea tal cual, del poeta extranjero, sin reparar en si aquella fue concebida en forma de soneto, coplas, haikú, versos alejandrinos, etc. También encontramos traductores preocupados en mantener a toda costa la forma original del poema, en menoscabo de las ideas y metáforas poéticas originales.

En ambos casos, la traducción resulta en un remedo triste cuya solución última pareciera remitirnos a leer a los poetas en su idioma original. Inteligencias muy cultivadas son las que toman este último camino. La mayoría de los mortales interesados nos conformamos, si acaso, en cotejar dos o tres traducciones para determinar su verdader sentido, o, en el mejor de los casos, intentamos leerlas en inglés o en algún otro idioma vecino, según sea el caso. (HB, ya estás armando un enredo de esos que tanto te gustan y que tantos lectores te han costado. -Bueno, si te aburre estos razonamientos ¿por qué aún no has dicho ni media palabra sobre alguna teoría para lanzar tiros penales contra porteros zurdos-?)

A mí me sorprendió el esfuerzo de algunos traductores del siglo XIX que se buscaron dar a conocer en México la poesía clásica alemana -algunos despistados la denominan romántica- de autores como Heine, Schiller y Goethe. La revista liberal Renacimiento (*) (la UNAM hizo una compilación en los 1950s me parece) publicó algunos poemas bastante pulidos de estos alemanes, así como también de poetas ingleses, y estadounidenses como Edgar Allan Poe. He podido comparar aquellas versiones con otras más recientes y en unas y otras encuentro siempre la eterna dificultad aunque soluciones diferentes a la paradoja traducción literal-traducción poética.

Personalmente me puse a trabajar un poema de Schiller que aparece en el texto "Poesía filosófica" de Editorial Hiperión. El poema se llama Pegaso subyugado. Intenté rimar la traducción literal al español que aparece al lado del texto en alemán y que se ve bastante fiel y el resultado fue un buen experimento que tuvo un desenlace feliz para mí. Para quien se interese, la semana que entra voy a transcribir aquí la versión en alemán, la versión literal en español de Daniel Innerarity, y también la mía (tomates podridos incluídos).

Las versiones más frecuentes que he encontrado en español son sin duda de El Cuervo, de Poe. Debe haber cientos. En Renacimiento se publicó una bastante singular que cambiaba hasta el nombre de Leonora por el de Brígida, rimada con endecasílabos con terminación esdrújula, aunque rescataba con fidelidad la lobreguez del poema original.

Gabriel Trujillo documenta en su Literatura Bajacaliforniana Siglo XX, que la primera traducción de que se tiene noticia en Baja California (Mexicali) fue precisamente de una versión de El Cuervo que publicara un escritor regiomontano, Héctor González, avecindado en BC desde principios de siglo (XX), en cuya publicación agregó otras dos traducciones más y algunos apuntes críticos sobre las dificultades de traducción. Por eso digo que debe haber cientos; si en Mexicali hay una, entonces por deducción a la unidad, en otros lares más proclives a la poesía debe haber proliferado esta idea de forma más abundante.

Sin el auxilio de estos traductores inéditos jamás habría tenido acceso a la poesía de Shakespeare, Milton o Shelley, de Petrarca o Dante, de Pushkin o Baudelaire. Por eso cuando leo poesía en lengua no nativa, concibo a la traducción como un genuino género literario.

(* ) Si alguien sabe donde puedo conseguir el tomo de Renacimiento publicado por la Unam, ruego me lo haga saber, estoy muy interesado en los estudios filológicos que ahí se publicaron sobre algunos dialectos mexicanos como el náhuatl, el tarasco y otros, cuyos estudios preliminares corrieron a cargo de Humboldt.

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