miércoles, febrero 05, 2003
LA RESEÑA, ESE BUQUÉ SUBJETIVO
Yo dije en un cuento que las reseñas más interesantes son aquellas que hablan de libros que aún no se escriben. Un reseñista anónimo (y sin sueldo), luego de un año de reseñar libros famosos en la página cultural de un diario, publica reseñas de dos libros que publicará años después y menciona como autor a un seudónimo que ya tiene pensado. El director, asiduo lector de todo, entusiasmado primero por la aceptación que ha ganado el reseñista anónimo entre los lectores, empieza ahora a desconfiar pues no encuentra los libros a que hacen referencia las reseñas. Indaga y al no encontrar pistas sobre aquellos, decide suspender las misteriosas colaboraciones pensando que eran un fraude. El intangible reseñista desaparece del mapa y hace perenne su anonimato.
Siete años después, en el confort de su retiro, el director de aquel diario se sorprende al encontrar en una librería, con fecha de reciente publicación, los libros a que hacían referencia las reseñas.
Resucitada la trunca investigación, un buen día un empresario de la industria editorial, amigo suyo, desvanece la añeja incógnita del director: "El autor del libro X era tu secretario en el Información".
Ocurre que pueden pasar años sin que veamos un objeto que siempre ha estado justo enfrente de nuestras narices; nuestra miopía nos impide verlo.
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