jueves, octubre 27, 2005

CORTOS METRAJES EN BLANCO Y NEGRO

___GANARON LOS MEDIAS BLANCAS de Chicago la Serie Mundial y no tuvimos más remedio que cobrar lo que nos debía nuestro confundido amigo que soñó un día que Astros de Houston tenía madera de ligamayorista. Osvaldo Guillén es un tipo carismático acostumbrado a ganar. El tipo es como un sabueso entrenado: no se desconcentra y observa cada gesto del enemigo; sabe que la victoria depende de explotar los lados flacos del rival y tiene un control absoluto de su dogout, claro que tiene figuras pero sabe que las estrellas no sirven de nada si no hay liderato en la hora decisiva. Así es como McArtur le ganó la partida a los japoneses. Ned Almond era un comandante neurótico pero aguerrido al que muchos rechazaban, McArtur lo nombró jefe de estado mayor. La neurosis es un defecto que encuentras en muchos, pero la combatividad es una virtud de muy pocos. Inchon es un punto clave en el mapa estratégico del Pacífico asiático. Ahí desembarcaron los japoneses en 1894 y en 1904 para tomar Corea y ganar posiciones estratégicas en aquellos momentos que la historia moderna considera claves. Esas cosas las entendía McArtur, las interpretaba y aprendía de ellas. A diferencia de muchos compañeros de clase (de clase de McArtur, no míos), el joven Douglas jamás desestimó las lecciones sobre "El arte de la guerra" de Clausewitz, pese al desprecio que le manifestaban sus compañeros por ser él un estudiante externo, ya ven que siempre hay requisitos que cumplir (su padre era Mayor del ejército y, obvio, tenía ciertas palancas para estudiar donde quisiera). Lo paradójico de nuestra comparación es que McArtur estudiaba en la Academia Militar del Oeste de Texas (Astros, ¡hay que estudiar a Clausewitz!).
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___Estoy seguro de que Ozzie Guillén no sabe de las emblemáticas lecciones sobre la guerra que harían famoso a von Clausewitz y dudo que conozca los logros militares de Douglas McArtur (y quizá la mayoría de ustedes tampoco). Pero sepan que en la Historia suele ocurrir que ciertos individuos nacen con un instinto especial para identificar los oscuros y a veces laberínticos caminos de la victoria. Observan que tales caminos son inertes, es decir, están ahí a la espera de ser interpretados (anoten esa definición novedosa de "inerte"), y optan con determinación de seguir esos caminos, aún cuando la mayoría, por miopía o por temor (por miedo un 66 %, además la miopía se cura con láser -esto, desde luego, rebasa los alcances de Clausewitz-) aconseje lo contrario. Chucho Ramírez, perdonen la digresión, pertenece a esa tipología.
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___Desocupado lector, si has llegado hasta aquí: ¡FELICIDADES! y relájate porque el que escribe ya no sabe para donde tomar. (El staff de redacción de este blog sale al montículo, ordena cambio de narrador, hace señales mímicas inexplicables al resto de sus elementos y ordena mantener la estrategia).
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___Aunque lo admiran, pocos saben en qué grado John F. Kennedy tomaba en vital consideración los consejos de Douglas McArtur que, desde su silla de ruedas, postrado ante el tiránico enemigo de la senectud, sacaba fuerzas de sus agonías para hablar con el Presidente. (Para los que no hayan entendido nada de lo anterior, McArtur era un encarnizado opositor potencial a la guerra de Viet Nam). Si uno quiere interpretar el espíritu del General, aténgase al detector de mentiras de una de sus famosas máximas: "La gente envejece cuando abandona sus ideales".
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___Los estadounidenses subliman sus emociones con el beisbol. Hay que entenderlos. Ese deporte es un homenaje a la inteligencia y al talento. Aunque lo parezca, no es un deporte de fuerza como el futbol americano. Tampoco goza de la improvisación inherente del soccer donde el resultado depende en mucho de la inventiva y la pericia de cada jugador. El beisbol evolucionó como un deporte netamente estadounidense, reflejando los mejores aspectos de su cultura, resumiendo sus más íntimos valores.
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___McArtur es un viejo mohicano, astuto, impredecible, imperturbable, igual que Ozzie Guillén si se nos permite la analogía; son individuos dispuestos a no parpadear cuando miran en el horizonte el preámbulo de la victoria.
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___¿Qué dije?
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___(Humphrey, ¿Por qué dices "LOS" Medias Blancas en lugar de "LAS" Medias Blancas? Porque me da la gana).
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3 comentarios:

Armando dijo...

Ora sí me apantallaste. Ligar a Clausewitz con la Serie Mundial es el homenaje más profundo que yo haya visto de alguien hacia el beisbol. Chidísimo post.

fenririel dijo...

Pero, lo que son las cosas, hace ya un rato que los gringos no son precisamente la potencia mundial del beis. ¿Será que el deporte emblema de EE.UU. es también un buen indicador de que están estancándose?

Vengo llegando dijo...

Woooww por la lección de historia, mi Abuelo veía el beisbol y refunfuñaba mucho, si hubiese sido por él muchos managers estarían en la calle, era muy divertido, la mayoría de las veces, ver un partido con él. El beisbol, el Rey de los deportes.