domingo, mayo 18, 2003


ALGUNAS CONSIDERACIONES II

Primero. La autopublicación instantánea elimina al editor, al corrector de estilo y a veces al autor. En ocasiones una segunda lectura de un envío propio aparece ante nosotros como algo inacabado, insuficiente y hasta contradictorio. Por ello es frecuente que corrijamos blogs ya publicados o, de plano, que los eliminemos.

Segundo. El texto que aparece en el blog de inmediato se encuentra sujeto a la crítica de otros lectores-autores (evadiré el término escritores), un asunto efectivamente novedoso en cuestiones de publicación. Ningún texto en papel tiene esa velocidad y alcance tan amplio.

Tercero. Esta condición ofrece la posibilidad de desarrollar un diálogo fluido e inmediato entre blogueros (lectoautores). El diálogo virtual, como cualquier tipo de diálogo, si no se sofoca con dosis de soberbia puede ser fructífero. Polémicas que tardarían semanas o meses en ventilarse, tienden a agotarse aquí en cosa de días y a veces de horas. Las agrias controversias que hemos atestiguado (o en las que particiamos) exhiben, más que la contundencia argumental, nuestra inexperiencia en el manejo del blog. En vez de sacarle jugo a sus posibilidades, tendemos a acotar sus alcances, parapetados en la relativa impunidad que brinda este medio, por ejemplo, hay blogueros que navegan protegidos con cómodos seudónimos. La experiencia nos indica que, por sus propias características, pienso, el bloguear exige ser civilizado especialmente cuando se entra en el territorio minado de las diferencias.

Cuarto. La crítica a textos ajenos generalmente no se ejerce. Quiero pensar que es nuestra propia formación cultural la que nos lleva a inclinamos por una pseudocrítica que resbala rápidamente en los terrenos de la descalificación. Por lo que he visto, es poco factible contraponer puntos de vista (controversias m gusta llamarles), apreciaciones políticas o estéticas, hipótesis filosóficas, etc. sin que aparezca el fantasma de la intolerancia (en varias presentaciones).

Es cierto, muchas de las opiniones que vertimos aquí carecen de sustento; en aras de la velocidad, somos dados a emitir juicios sin fundamento, y muchos de estos juicios no merecen siquiera que les prestemos atención. Pero hay temas que despiertan interés en cierto perfil de blogueros que, desde su punto de vista, merecen cierto seguimiento. Hay temas que desatan pasiones, por ejemplo: la literatura, la Historia, la música, el fútbol y otros hobbies, entre otras. En tales ocasiones, creo, no debe rehuirse el diálogo. Al contrario, hay que abrir nuevas puertas y buscar, independientemente de las propias creencias, caminos que conduzcan a la verdad. Uno no siempre tiene la razón.

Hasta aquí lo dejo por ahora. ¿Qué horas son?

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