AGUA SOBRE EL HUMO DEL INCIENSO
La novela es una colección de minificciones. Desde Madame Bovary hasta Los de Abajo; desde Bola de sebo hasta Dunas; desde el Quijote hasta Cabos sueltos. Ocurre que la novela es una abstracción de la realidad. La realidad es una sola (única) y carece de partes. Los individuos buscan disectar la realidad; creen que así van a conocerla. La representación de la realidad es un fragmento, siempre lo será porque la realidad como tal se niega a ser representada. La oralidad y la escritura son universos reales, alteran la realidad pero son parodias figurativas de la realidad. Parodias que funcionan a veces como un espejo activo. Los individuos confunden las parodias con la realidad. La ficción es una realidad; es la realidad elucubrando sobre un mundo posible. El mundo posible explica la realidad de mejor manera que otros instrumentos. Tenía que hacerlo pues no es sino realidad. Luego entonces, la novela tiende a ser verdaderamente la realidad.
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