domingo, enero 12, 2003

EL MITO DEL DOMINGO COMIENZA EL SABADO

El mito del domingo se acaba a las doce de la noche. La cenicienta se va y la mayoría de los mortales entra en una agonía pirata porque siente que se le acaba el pedazo de paraíso terrenal que significó ver dos partidos seguidos del playof del futbol americano o el arranque del campeonato "de clausura" (vaya nicneim) del futbol mexicano (y la academia que? -Tu cállate, pendejo-). Lo cierto es que al domingo le apestan las patas si no sales a pescar a alguna playita cercana o de perdis a acampar por ahí en medio del frío. Una carnita asada en casa de mi hermanito sacó este domingo del pozo seco del tedio. Hablando cosas serias, mi hermano dijo algo muy cierto: "Cardozo (se llama Saturnino, lo siento) se las da de muy intelectual pero cuando lo entrevistaron al término de la final Toluca-Morelia, salió con que dedicaba el partido a Dios y a su familia. Mejor hubiera dicho algo como 'Dedico este partido a Hernán Cortés,a Francisco Pizarro y a Álvaro Núñez Cabeza de Vaca, sin ellos no estaríamos aquí', ¿Pues qué no quiere ser dirigente del Toluca cuando se retire?". (!!) El comentario fue un tiro desviado por la barrera que entró cuando yo me estiraba para el otro lado.

El sábado fue diferente porque hubo dos cartones de caguamas después del juego "amistoso" de veteranos futboleros. Fue uno de esos partidos en que también juegan los tamales y el menudo de diciembre y pues así no es tan fácil ganar, pero cotejando abdómenes, la cosa se miraba pareja para los dos equipos. El árbitro, un muchachito muy considerado a quien también se le notaba cierto déficit arterial, tomó una decisión muy acorde con los tiempos: "Señores van a ser dos tiempos de 30 minutos en vez de 40". Órale, dijeron los llaneros capitanes sin alegar mucho. Al término del encuentro dijo el entrenador que el árbitro había tomado la decisión de acortar el tiempo porque notó, a juzgar por las sinuosas líneas de la cancha, que los jugadores que pintaron el campo no traían precisamente un teodolito, sino una serie acumulada de crudas de diversos calibres.
Por razones tan simples como ésta, los sábados son materia de estudio de los cardiólogos y los domingos son el día preferido de los Testigos de Jehová, pero este hogar es católico y no aceptamos propaganda revisionista.





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