lunes, enero 27, 2003
MEJOR YA NI ME DUERMO
Se acabó el añorado domingo, ahora ya es historia (please, que cierre la puerta la última porrista de los Raiders de Oakland). Por cierto: corregí el último renglón del post anterior (el del blog sanitario); había puesto "revista" en vez de "blog", aunque creo que la idea se entendía, pero por si las moscas.
Ahorita estoy en la disyuntiva de si me duermo o no pues como a las 3 o 4 de la mañana arribará a la flamante central camionera de Beautyfulville una de las chicas superpoderosas. Fue a Mexicali con el cuento de que iba a recoger su título, pero ella y yo sabemos que esa historia es falsa; fue a un party de graduación de la uabc; se graduó un fósil amigo suyo. A ver si llega completa. Por lo pronto aquí está su chofer particular listo para cualquier emergencia y para vigilar que la vida cotidiana no sufra alteraciones paranormales.
Hoy en la mañana, H.Y. me presentó a un tipo que no conocía: Guattari. De hecho no conozco a la mayoría de la gente del planeta, de modo que me pueden presentar a quien sea. Por ejemplo, de los bloguitas no conozco a nadie; creía conocer a HY hasta antes de saber que es un personaje de ficción creado por otros personajes de ficción. Y de los que denominan escritores, a cierto número los leo a sabiendas de que ya murieron hace rato; a los escritores vivos los leo con las reservas del caso.
En el el caso de Guattari no me sorprendería que fuese también inventado. Como sea, hablé con él sin detenerme a pensar si ya murió (o si ya se percató de que desapareció). Para el caso es lo mismo, habló de la televisión, de la relación de ese medio con el auditorio pasivo, así como de las potencialidades interactivas de comunicación que ofrece la tecnología. Como no pude percibir cuándo dejó de hablar él y cuándo empezó a hablar H.Y., yo me seguí entretenido escuchando y tomándome una budlight. Cosas como esta pasan cuando charlas con personajes metarreales y no tienes una botella de tinto a la mano.
En la charla aprendí mucho y hablé poco. No recuerdo bien cuándo se retiró Guattari, el caso es que H.Y. se soltó hablando hasta por los codos sobre la literatura estadounidense y la relación de los hispanos con ésta, y ahí pude enterarme bien a bien de cómo anda metiendo tiritas para sacar cordones en la clica literaria gringa. Lo de la etnopoesía como que me cayó pesado al estómago, quizá porque andaba crudo, pero me gustó mucho su aproach sobre cómo aprender otro idioma, traduciendo-escribiendo en ese idioma, o traducir dicho idioma a un tercer idioma y viceversa. (Partiendo de esta idea sería un buen inicio llegar a un restaurant chino de San Francisco hablando en italiano y pidiendo cochinita pibil). Yo trate de introducir el tema del abc de los tiros penales frente a porteros zurdos, pero sentí como que no me hicieron jalón ni HY ni Guattari, así que preferí guardar silencio. Conciente del carácter privado de esta plática informal, les pedí autorización para publicar algo sobre el encuentro. Como no dijeron nada, pues se los cuento.
Ya es un poco lunes.
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