lunes, marzo 10, 2003


EL SIGNIFICADO DE LA VIDA Y LA TERQUEDAD DE LOS ROEDORES.

Me encontré en un blog una reflexión filosófica que me llamó la atención. Agrego lo siguiente:

La búsqueda de significado de la vida, del mundo, no es una trampa de la razón. Más bien es su naturaleza instrínseca. La razón no es producto de la experiencia. Los monos o los delfines tienen su experiencia milenaria pero carecen de razón. La razón se ubica justamente fuera de la experiencia, se encuentra en la abstracción. Es la materia cobrando conciencia de sí misma cobrando conciencia de sí misma.

Kant estaba equivocado. Sumamente. El razonamiento lógico conduce a errores. Obviamente, pero la razón no es solamente razonamiento lógico. Es más, el razonamiento lógico es una de sus avenidas más primitivas. La razón crea ideas, nociones, hipótesis que no son lógicas. Realiza elucubraciones que se contraponen a la realidad “lógica”. Los descubrimientos científicos y las innovaciones tecnológicas legítimos no son “lógicos”. Más aún: Son ilógicos, carecen de sustentación en los parámetro de “razón” habituales y generalmente cuestionan las premisas del pensamiento prevaleciente.

Por eso es que el empirismo fracasó (particularmente su versión más polimorfa: el empirismo británico). El empirismo de Locke, Berkeley y Hume no era sino la sustentación filosófica del colonialismo británico. Nada más. (Mis sentidos son la fuente del conocimiento. Hay razas superiores. Son las que "conocen". El ahora y el aquí indican que mis sentidos gobiernan mi pensamiento y pues, ni modo, me nace gobernar el mundo).

¿Existe la legalidad en el universo, fuera de los alcances limitados del entendimiento humano? ¿Cómo explicar el ordenamiento planetario solar, por ejemplo?

Qué vendrá después de la razón humana, en tanto elemento ejemplar de la evolución, no es algo que debamos adivinar. Simplemente es algo a lo que debemos contribuir. El significado del universo y de la vida existe. Existe porque aquí lo estamos tratando. Desentrañarlo es vocación de nuestra propia naturaleza.

Si escuchas un ruido en tu habitación en plena oscuridad puedes pretender ignorarlo o bien puedes encender la luz y averiguar que lo provoca. Así puedes descubrir que hay ratones en casa y que estos generalmente no son anodinos.

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