jueves, marzo 27, 2003

LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD ES LA HISTORIA DE LA MIGRACIÓN

De plano habrá que rehacer la historia de la evolución de la sociedad humana. No existe tal cosa como una fase “nómada” y una fase superior “sedentaria”. Todo ese rollo de que con la agricultura la sociedad se estableció en un área determinada es puro cuento.

Actualmente no existe tal cosa y posiblemente semejantes categorías no han operado como dicen los libros de texto.

Aunque se enseña que la llegada al lago de Texcoco la "gran peregrinación", procedente de Aztlán, puso fin a la vida nómada de los indígenas que presuntamente venían del Estrecho de Bering, habrá que ver que ocurre en la realidad.

Casi dos decenas de millones de mexicanos han emigrado a los Estados Unidos, algunos millones han emigrado del sur al norte del país principalmente por razones económicas, otros cientos de miles, quizá millones, emigran de los pueblos provincianos a las capitales de los estados o a la Ciudad de México. En igual o menor medida el fenómeno se desarrolla en todos los países. Europa, por ejemplo, es un receptáculo creciente de población flotante procedente del medio oriente, de naciones centroeuropeas y especialmente de África.

En África, los pueblos aborígenes viven en constate migración motivados por el hambre, la sequía, la guerra o las persecuciones políticas. Hablamos de millones de seres humanos.

La historia del pueblo judío a lo largo de 2500 años hasta la actualidad es una historia de constante flujo por todos los continentes. Un número creciente de cubanos abandona su país en busca del presunto sueño americano y a fines del siglo XX grupos cada vez mayores huían de las ex república soviéticas y sus satélites centroeuropeos.

Asia también puede dar incontables ejemplos de estos fenómenos migratorios.

La movilización de contingentes invasores por parte de EU con fines bélicos y de dominación es otra manifestación de fenómenos migratorios. ¿Quiénes van a administrar la reconstrucción de Irak y los pozos petroleros?

Ahora, si vemos en el microscopio la propia biografía familiar o la de uno como individuo, veremos en muchos casos que el sedentarismo es un verdadero espejismo. Yo, por ejemplo, nací en San Luis, R.C, Sonora, donde viví hasta los 15 años, luego emigré a Hermosillo donde viví por tres años, luego marché a la Ciudad de México donde radiqué 10 años, después 15 en Mexicali y, finalmente, llevo 4 en Hermosillo nuevamente.

¿Es esto una vida sedentaria?

Claro que no. Por reflexiones de esta naturaleza es por lo que desconfío bastante de lo que se enseña en la academia. Historiadores: Hagan una teoría congruente de la sociedad humana contemporánea.

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