martes, marzo 18, 2003

HAY DE PRESIDENTES A PRESIDENTES

El ultimátum de Bush a Sadam Hussein sigue dando su tic tac. La decisión de Bush de lanzar una ofensiva militar, a pesar de la oposición mayoritaria de la humanidad, en contra de una nación que tiene menos de la décima parte de habitantes que los EU, que se ubica a miles de millas de Norteamérica, y que ha tenido observadores de la ONU revisando su potencial armamentista desde hace años, entrega un valioso material de estudio para los congresos de siquiatras que se llevarán a cabo en el 2003.

Si pusieran el cerebro de Bush en un plato de comida para perros, no alcanzaría ni para la merienda de un chihuahueño con problemas de desnutrición.

Cuando le dijo un periodista a Bush que era un cabeza de chorlito, los chorlitos hicieron una manifestación de protesta.

Eso no fue lo peor. ¡Bush fué a la manifestación! (el llamado de la sangre). Preguntaba: "Qué estamos celebrando, amigous?"

Una vez que le hicieron una tomografía a Bush en Texas, los médicos enviaron inmediatamente los resultados a la Casa Blanca... Los asesores de Bush en Washington vieron que en la tomografía en vez de cerebro aparecía algo semejante a una nuez... y respondieron: "Houston... tenemos un problema".

Si no entendiste este último chiste envíame un mail (siempre y cuando no sea miércoles). Yo te responderé recomendando que veas la película Apolo XIII.

Cuando Bush visitó el rancho de Fox en Guanajuato abordaron el apasionante tema de la literatura. Bush le sugirió la novela Dallas. Fox, más intelectual, le recomendó leer a José Luis Borgues. Hasta la fecha un grupo de asesores de Bush busca afanosamente a ese autor. El FBI sacó una circular con el nombre de aquel autor y un lema que dice "Se busca".
Por su parte Fox pensó que "Dallas" era un albur de Bush. "Nunca las daría", pensaba el ranchero con un gesto de malicia.

En el fondo Fox se opone a una agresión militar contra Irak porque sabe que morirán muchos chiquillos y chiquillas. Él es así... cuando asumió la presidencia, en aras de su perspectiva pacifista, envió a Santiago Creel a inspeccionar Yucatán porque tenía conocimiento de que allá hay muchas "bombas"...

Finalmente, es bueno tener un presidente así, desde ahora y hasta la posteridad podemos votar con tranquilidad: tenemos la certeza de que ya no puede haber un presidente más... folklórico.

Además, gracias a Bush, no ocupamos el primer lugar en materia de presidentes disléxicos. ( Con perdón de los disléxicos civiles).

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