sábado, abril 12, 2003
ARTE Y POLITICA
Encontré este interesante post en el blog "Cátedra Rusa": ramoninoff.pitas.com
Rousseau el músico
Jueves, 10 de Abril de 2003 - 22:28
Hay algo que antes, aún bajo el influjo de las dos catedrales, olvidé mencionar. Esta mañana, en una interesante (esta vez es en serio) clase sobre la ópera en el preclasicismo, observamos la clara preferencia que los intelectuales ilustrados franceses mostraban por el estilo compositivo italiano, en detrimento del galo. La razón es de índole puramente política: los ilustrados vinculaban el estilo francés con el antiguo régimen, contra el que luchaban. Lo curioso es que uno de los más grandes intelectuales franceses de la época, Rousseau, fue también músico, y escribió varias óperas; su estilo, analizado hoy con la objetividad que otorga el paso del tiempo, es...absolutamente fracés. Los alemanes, mucho más prácticos, decidieron empaparse de lo mejor de cada uno de los estilos, y de esa amalgama surgieron los grandes "monstruos" del clasicismo: los hermanos Haydn, Mozart, Beethoven...(no está mal).
La unión, hoy más que nunca patente, de arte y política, no ha hecho sino encumbrar mediocres y enterrar talentos. Aunque si bien la idea de arte con cimientos ideológicos definidos me parece en general rechazable, lo contrario, esto es, la ideología inspirada en un determinado tipo de arte, no me resulta mucho más alentadora. Más bien al contrario; ahí está el ejemplo de Hitler, que malinterpretó al maravilloso y genial Wagner, y basó su acción política (por llamarlo de algún modo) en los valores germánicos (llevados al extremos más radical) que destilan los personajes de sus óperas. Esto me trae a la memoria una escena de "Misterioso asesinato en Manhattan", del genial Woody Allen, en la cual se le ve junto a Diane Keaton saliendo precipitadamente del teatro y diciendo: "No puedo más. Si sigo escuchando Wagner acabaré deseando invadir Polonia". Pero eso es otra historia.
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