TARTAMUDEZ DE ELOGIOS MUTUOS, ¿Síntoma de encefalitis atípica?
No se si mis amigos escritores blogueros del DF se han dado cuenta, pero no pasa un día sin que sus post se vistan de elogios mutuos. ¿Dónde aprendieron semejante práctica? ¿En la República de las Letras?
También yo confío en el criterio de los lectores, por lo que encuentro ocioso tratar de inducir tendenciosamente una opinión sobre nuestros comentarios como lo hace el buen David M. Los lectores decidirán si un post contiene humor “efectivo” o si un comentario críptico padece de desnutrición infantil. También podrán juzgar si una argumentación es un suspiro académico o un compromiso práctico.
No digo que David deje de hacer sus comentarios parciales, está en libertad de continuar haciéndolos, simplemente digo que no le veo objeto.
Mientras mis opiniones, pese a su presunta debilidad y falta de rigor, sigan despertando páginas y páginas de comentarios, confirmo su utilidad y disfruto su profusión.
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